Desde el PSOE y el Bloc se reconoce el malestar que provoca entre muchos de sus militantes la posibilidad de ceder presidencias a un partido que sólo ha conseguido algo más del 6% de los votos, especialmente ante el caso de la exigencia de Miquel Nadal de ser alcalde de Palma. Sin embargo, se asegura que la mayoría asume que la prioridad es "echar al PP" de las instituciones isleñas. En el caso del PSM, especialmente enfrentado con UM, se señala que entre sus prioridades, además de las programáticas, estará el tener una representatividad proporcional en cargos y en medios de comunicación públicos.