Gabriel Moyà, vicerrector de Infraestructuras y Medio Ambiente de la UIB, atribuyó esta limpieza de aves exclusivamente a la sobrepoblación de estas especies que padece el campus universitario. "Hay muchas aves que generan muchísima suciedad y su número aumenta alarmantemente porque no hay depredadores que controlen la población, así que hemos tenido que actuar. En ningún caso se trata de una actuación por la gripe aviar", matizó.

"Lo mismo pasó con los pavos reales de Son Lledó", reveló el vicerrector. "Tuvimos que desprendernos de algunos ejemplares, había cerca de 50 individuos, porque en época de cría salían a la carretera y constituían un serio peligro para los automovilistas. Además, estábamos desarrollando un experimento con un tipo de vid y los animales se comían los frutos. Reducimos el número y en la actualidad habrá unos veinticinco ejemplares".

No obstante, Gabriel Moyà recalcó que el objetivo de esta campaña es exclusivamente "el control de una población animal que nos está desbordando el campus".