Los datos de la encuesta promovida por la conservadora Asociación Familiar de Balears (AFA) coinciden, más o menos, con el diagnóstico del acoso escolar efectuado a nivel nacional: aproximadamente un tres por ciento de los alumnos sufren maltrato físico habitual por parte de sus compañeros de colegio. Este es el porcentaje peligroso y al que habría que unir el censo de adolescentes que padecen a diario violencia psicológica.

Las palabrotas, insultos, motes o collejas han sido, y serán, prácticas habituales en los patios escolares, llenos a rebosar de adolescentes con el pavo subido. Sin menospreciar estos signos de mala educación, tampoco parecen excesivamente preocupantes.