A los conductores de Balears lo mismo les da llenar su depósito en una gasolinera que en otra. La mayoría de las estaciones de servicio expende el carburante al mismo precio o con una diferencia inferior a un céntimo.

El informe mensual del ministerio de Economía sobre los precios de los combustibles revela que el 70% de las estaciones vende la gasolina de 98 octanos en torno a los 98,5 céntimos el litro. Éste es el caso más benévolo. La gasolina 95 sin plomo cuesta lo mismo en el 90% de los surtidores y la 97 tiene un valor semejante en el 91%. Sin embargo, la situación más grave la padecen los conductores de vehículos diésel: hasta el 98% de los establecimientos han fijado el mismo precio.

Menos ofertas

Con el barril de crudo rozando marcas históricas, a los consumidores casi no les compensa deambular de una gasolinera a otra en busca de gangas. La disparidad entre la más cara y la más barata se ciñe a tan sólo dos céntimos el litro en el caso de la de 95 octanos y a tres céntimos en el resto de combustibles.

Este diario ha comparado Balears con siete provincias de España y en todos los casos las islas han salido malparadas. En Madrid, Barcelona, Sevilla, Vizcaya, Valladolid, A Coruña, Valencia o Cáceres las ofertas resultan mucho más jugosas. En la capital hispalense, por ejemplo, adquirir gasolina de 95 en la estación más económica supone ahorrarse hasta 10 céntimos en comparación con la más onerosa.

Desistan de hacer comprobaciones semejantes en Palma porque casi no merece la pena. Este mismo carburante vale exactamente lo mismo en 39 de los 44 establecimientos analizados por el ministerio de Economía.

La similitud de precios que se extiende con más o menos intensidad a lo largo de todo el Estado ha soliviantado a los usuarios. Asociaciones de consumidores, transportistas e incluso la Confederación Española de Estaciones de Servicio (CEEES) han exigido al fiscal general del Estado que interponga una querella contra las grandes petroleras españolas acusadas de pactar precios. Sus reivindicaciones han caído siempre en saco roto.

El ministerio de Economía se ha inclinado por no denunciar a las petroleras ante el Servicio de Defensa de la Competencia (SDC). El antiguo Gobierno del PP entendió que no existían indicios suficientes para abrir un expediente investigador. No obstante, admite que aplican políticas comerciales "particularmente agresivas" en algunos momentos.

Entretanto, Balears ha dejado de ocupar el primer puesto de las comunidades autónomas con el carburante más caro. La decisión de algunos gobiernos regionales de gravar con un céntimo la gasolina para financiar su sanidad pública ha relegado al archipiélago de los puestos cabeceros. Madrid, Asturias y Galicia aparecen ahora siempre por delante independientemente del combustible del que se trate.

El Govern, por boca de su conseller de Hacienda, Lluís Ramis de Ayreflor, ha manifestado su reticencia a aplicar el 'céntimo sanitario'.