Bajo el florido nombre de "eje de la prosperidad", los presidentes populares de Balears, Madrid y la Comunidad Valenciana estrenan una nueva etapa de colaboración.

La alianza sellada ayer en la sala del trono del castillo de Bellver derivó en una reivindicación del trabajo desarrollado por el PP en su etapa al frente del Gobierno central. La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, ensalzó a las tres autonomías por encarnar el éxito de la política económica del PP. "Con sólo el 7,1% de la superficie nacional representan al 26% de la población y el 29,38% del Producto Interior Bruto", dijo.

Aguirre lamentó que las islas no hubieran sacado todo el provecho posible de la gestión de Aznar debido al paréntesis de "socialistas, nacionalistas, comunistas y ecologistas". La ex ministra de Cultura atribuyó al Pacto de Progreso el retroceso de Balears en la lista de regiones más ricas, la caída al cuarto puesto en materia de turismo y al noveno en creación de empleo. Aguirre no escatimó elogios hacia su compañero de partido, quien estaba sentado a su diestra. "Balears, dirigida por Matas, está ahora embarcada en un proyecto de prosperidad, de bienestar y de creación de confianza y empleo", explicó.

Francisco Camps convirtió su intervención en un elogio al modelo económico de los conservadores. "Cuando gobierna el PP todo funciona bien. En Madrid, Balears y la Comunidad Valenciana se habla de futuro porque son las autonomías de la prosperidad", sentenció.

Ante la pregunta de si el "eje de la prosperidad" se asemeja a la coalición Galeusca, integrada por CiU, PNV y BNG, Camps manifestó: "Galeusca me suena a pasado, a melancolía, al siglo XIX; y prosperidad al siglo XXI". En este sentido, aclaró que el acuerdo a tres bandas se plantea desde la "lealtad a la Constitución" frente a los que quieren "romper el sistema de financiación o el grupo socialista", en este último caso, en clara alusión a Pasqual Maragall.

Matas, flanqueado por Aguirre y Camps, trató de disipar las sospechas que pudieran asociar al "eje de la prosperidad" con un grupo de presión y contraposición al Gobierno de Zapatero. "No tenemos interés en ser un lobby específico ni un grupo aparte del diálogo institucional. Luchamos por nuestros intereses", aseveró.

De momento, la alianza entre Aguirre, Camps y Matas supone un frente común en defensa del plan hidrológico y el trasvase del Ebro. "Los socialistas lo han parado temporalmente pero está físicamente preparado para que un Gobierno con juicio lo ponga en marcha", dijo el presidente levantino. El 'tridente' también abandera los intereses madrileños al apoyar a la capital como sede olímpica en 2012 y al exigir la línea de tren de alta velocidad (AVE) Madrid-Valencia y la participación de las autonomías en la gestión los servicios ferroviarios de cercanías. Estas dos últimas reclamaciones aparecen recogidas en el protocolo de transporte y comunicaciones.

El otro protocolo que vio ayer la luz satisface las demandas de Matas en materia sanitaria. Los firmantes acuerdan "necesario establecer los instrumentos precisos para que el sistema de financiación contemple las circunstancias especiales derivadas del hecho insular". Asimismo, se comprometen a promover una propuesta conjunta en el consejo interterritorial del sistema nacional de salud para crear mecanismos que financien el sobrecoste derivado de la atención sanitaria a los pacientes desplazados. Por otra parte, los tres presidentes expresaron su intención de que las tres comunidades puedan disfrutar de las mismas experiencias expositivas y museísticas, así como la puesta en marcha de un currículo que permita compatibilizar los estudios con la preparación deportiva o musical de los niños.