Elecciones 23J

Un triple empate entre PSOE, PNV y un Bildu reforzado a meses de unas elecciones vascas

El triple empate vasco abre un escenario de dura batalla para las elecciones autonómicas que debe celebrar la comunidad el próximo año 2024, posiblemente junio

Otegi: "Inclinaremos siempre la balanza hacia el soberanismo, el progresismo y la izquierda"

Atlas

Isabel Morillo

El Partido Socialista de Euskadi gana las elecciones generales en votos en el País Vasco con un triple empate en diputados entre PSE, PNV y Bildu. Los socialistas y Bildu ganan un escaño y PNV pierde un representante en el Congreso de los Diputados. El PP obtiene un diputado.

El triple empate vasco abre un escenario de dura batalla para las elecciones autonómicas que debe celebrar la comunidad el próximo año 2024, posiblemente junio. Los socialistas pasarían de cuatro a cinco escaños al ganar el segundo diputado en Gipuzkoa, mientras que EH Bildu conservaría sus actuales cinco representantes.

Las elecciones generales en Euskadi han sido una disputa entre PNV y Bildu por la hegemonía vasca en el Congreso de los Diputados. Los antecedentes inmediatos habían elevado la tensión en la contienda porque el pasado 28 de mayo por primera vez en unas municipales, EH Bildu sobrepasó al PNV en número de concejales.

El duelo era interno en el País Vasco pero puede también tener implicaciones en la gobernabilidad de España. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, había cortejado al PNV como un posible aliado para desbloquear su investidura y la única línea roja que habían puesto los nacionalistas vascos es que no haya ningún tipo de acuerdo con Vox. El partido de Andoni Ortuzar dio el apoyo a Pedro Sánchez para la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy del poder en 2018 y también facilitó la investidura del líder socialista en 2019. Ahora ha dejado la puerta abierta a volver a reeditar su apoyo al bloque de izquierdas pero con muchas condiciones.

Por su parte, Bildu no ha arrojado ninguna duda sobre su apoyo a un gobierno progresista, dejando claro en todo momento que su respaldo sería para el bloque de la izquierda liderado por PSOE y Sumar. Un apoyo que ya se ha producido en la última legislatura con un impacto positivo para la formación abertzale en las urnas.

La prueba más evidente de la dureza de esa pelea interna en Euskadi se vio en los cierres de campaña, donde el PNV se empeñó en desacreditar a Bildu para restarle votos enarbolando lo ocurrido horas antes en el ayuntamiento de Vitoria, donde para repartirse las presidencias de las comisiones PP y Bildu sellaron un acuerdo que fue difundido por los nacionalistas vascos y que obligó a los populares a deshacer un pacto que ambas fuerzas admitieron que habitual en el funcionamiento de ese consistorio.

Bildu se ha convertido en un protagonista inesperado en esta última legislatura, en el centro del debate nacional por las críticas de PP y Vox, que critican al PSOE por su pactos con el que siguen llamando "el brazo político de ETA". Sus acuerdos con el Gobierno en políticas sociales como la ley de vivienda, memoria democrática y la ley del solo sí es sí, o los pactos alcanzados para aprobar los Presupuestos Generales del Estado o prorrogar los estados de alarma han sido relevantes para el Gobierno.

El partido de Arnaldo Otegi decidió desde el principio apostar por su perfil más social en el Congreso y en contraposición con lo que le ha ocurrido a ERC, partido con el que Bildu tiene una relación estrecha, su apuesta por negociar y pactar con el Gobierno de coalición le ha beneficiado a su imagen y ha sido muy rentable en términos electorales.