El PP balear celebra la victoria pese a no sumar una mayoría y envía un mensaje al PSOE: "España no se merece un bloqueo institucional por parte de quien ha perdido"

El Partido Popular ha ganado las elecciones generales en Baleares en cuanto a número de votos pero ha empatado a tres escaños con el PSOE solo dos meses después de la contundente victoria en las autonómicas y municipales. Los ‘populares’ de Alberto Núñez Feijóo han obtenido en esta ocasión 178.715 votos frente a los 159.755 que obtuvo Marga Prohens y se han situado a casi 28.000 de la candidatura de Francina Armengol. Alrededor de 16.000 personas que no dieron su apoyo a la líder autonómica sí han depositado su confianza en el dirigente gallego.

Este no ha sido un buen resultado para los ‘populares’, sobre todo después de la contundente victoria del pasado 28M. A pesar de la subida de casi 75.000 apoyos respecto al 2019, cuando consiguieron 103.722 apoyos, estos comicios se habían planteado como un segundo plebiscito a la figura de Pedro Sánchez y la derecha encaraba el 23J con las expectativas muy altas. Incluso apuntaban a cuatro escaños, una realidad que parecían anticipar la gran mayoría de encuestas menos el CIS de Tezanos, que apuntaba a una victoria del PSOE. El bloque de izquierdas ha aguantado el envite al conseguir reanimar a su electorado después del duro golpe de las autonómicas y municipales.

La presidenta del Govern y líder del PP en Balears asegura que en las noches electorales «solo hay un ganador», en este caso su partido, y pide a los partidos que dejen a Alberto Núñez Feijóo formar gobierno con un mensaje directo para el PSOE: «Los ciudadanos han querido que el PP ganara las elecciones y no se merecen un bloqueo institucional por parte de quien ha perdido». Asimismo explica que el panorama que se abre es «complejo» por la falta de apoyos concretos, aunque manifiesta que ahora toca abrir un periodo de diálogo «liderado de forma indiscutible» por el dirigente gallego después de que «revalidamos la confianza que nos dieron» el 28M. Todo ello con un recuerdo para la candidata del PSIB, Francina Armengol: «Sigue sin aceptar los resultados del 28M».

Por su parte el candidato del PP a las generales, José Vicente Marí Bosó, que estará acompañado por Sandra Fernández y Joan Mesquida en la Cámara Baja, celebra que el cambio que votaron los ciudadanos en las autonómicas y municipales sea «el mismo que ahora traeremos» a todo el país y expresa que lo «trascendente», más allá de no sumar mayoría, es que han ganado las elecciones tanto en España como en Baleares. Aunque confesó que a partir de ahora el contexto será complicado por la falta de apoyos claros.

Recuerda que solo han pasado cinco años desde que Pedro Sánchez sacó adelante la moción de censura contra Mariano Rajoy y considera que el resultado de estos comicios supone un «rechazo» a las políticas del gobierno de coalición.

A partir de este momento, explica, Feijóo y su equipo deben empezar una ronda de contactos con todos los partidos que han conseguido representación en el Congreso para facilitar su investidura. Marí Bosó declara que afronta esta nueva etapa —ha sido senador autonómico durante la pasada legislatura— con la intención de defender los intereses de los ciudadanos de Baleares para que las iniciativas salgan adelante tanto en el Congreso como en el Senado.

En la sede de la calle Palau Reial no hubo ni euforia ni gritos de celebración como sí ocurrió el 28M. Reinó la contención y el silencio. Solo Fernández atendió a los medios antes de las 21 horas, justo antes de comenzar a conocer los primeros resultados. A partir de aquel momento, el PP se encerró en la planta alta de su sede hasta la comparecencia de Feijóo, cuando los dirigentes decidieron salir a valorar los resultados.

En este sentido, ha reivindicado que los 'populares' han vencido en unos comicios en España después de siete años con el recuerdo de la victoria del 28M: "Revalidamos la confianza que nos dieron los ciudadanos pese al calor, las dificultades y que mucha gente estaba trabajando". Así, considera que los votantes se han vuelto a movilizar tan solo dos meses después y ha defendido que los resultados sitúan al PP com un partido "fuerte, unido y que vuelve a ganar todas las elecciones a las que se presenta".

En la sede de la calle Palau Reial no ha habido ni euforia ni gritos de celebración como si ocurrió el 28M. Ha reinado la contención y el silencio. Solo Fernández ha atendido a los medios justo antes de comenzar a conocer los primeros resultados. A partir de aquel momento, el PP se ha encerrado en la planta alta de su sede hasta que sus dirigentes han salido a hablar públicamente tras la comparecencia de Alberto Núñez Feijóo en Madrid.