Un partido de ultraderecha populista, Vox, ha entrado por primera vez en la historia en el Parlament. Y lo ha hecho con 34.000 votos y el 8% de los sufragios y sin apenas estructura, menguando en su primera aparición en unas autonómicas las expectativas del PP en horas bajas. No obstante, pese a suponer una novedad histórica, la formación que lidera Jorge Campos ha logrado unos resultados discretos para las expectativas que tenía y, sobre todo, por situarse dos puntos por debajo del 10% de los sufragios que logró el partido en las Generales. Campos no pasa el corte. Todo lo contrario que Fulgencio Coll en Palma, que logra 19.000 votos, 4 concejales y el 13% de los sufragios, convirtiéndose en la tercera fuerza política en la capital y superando en tres puntos el tanto por ciento de votos que logró Santiago Abascal en las Generales. El verdadero candidato de Vox es Fulgencio Coll, pese a que el general declaró antes de los comicios que consideraría un fracaso personal no lograr cinco concejales.