Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Precio del dinero

Nueva subida de tipos del BCE: ¿Qué implica?

Christine Lagarde, presidenta el Banco Central Europeo. EFE

El Banco Central Europeo (BCE) ha emprendido en los últimos meses una subida acelerada de los tipos de interés para combatir la espiral inflacionista. En julio, sorprendió con un alza de 0,5 puntos: el doble de lo que había anticipado en su reunión de junio, la mayor en más de dos décadas y la primera en 11 años. En septiembre, aprobó un nuevo encarecimiento del precio del dinero de 0,75 puntos (una magnitud extraordinaria, por primera vez adoptada desde que comenzó a fijar los tipos en enero de 1999), hasta el 1,25%. Su consejo de gobierno se reúne este jueves para aprobar una nueva subida, que el mercado espera que sea de nuevo de 0,75 puntos, hasta el 2%. 

¿Por qué actúa el BCE?

El principal mandato del BCE es lograr que el IPC de la zona euros se sitúe en el 2% a medio plazo. La inflación actual, sin embargo, está muy lejos de ese objetivo y sus perspectivas son cada vez peores. Los precios alcanzaron en septiembre un nuevo máximo histórico del 9,9%, desde el 9,1% de agosto. El banco central revisó al alza sus previsiones de precios en septiembre hasta una media del 8,1% en 2022, 5,5% en 2023 y 2,3% en 2024, frente al 6,8%, 3,5% y 2,1% que había estimado en junio. Es decir, que el IPC estaría ligeramente por encima de su objetivo al cierre del escenario de tres años sobre el que basa sus decisiones.

¿Por qué subir tipos sirve para combatir la inflación?

Las subidas de tipos sirven para enfriar el alza de los precios al encarecer la financiación a Estados, empresas y familias, frenando con ello la demanda. En realidad son más efectivas cuando se producen como respuesta a un recalentamiento de la economía (fuerte gasto e inversión), mientras que su efectividad es más limitada cuando los precios suben por otros motivos no intrínsecos a la actividad económica, como el actual encarecimiento de la energía. Sin embargo, son la principal arma que tienen los bancos centrales contra la inflación, de ahí que la hayan activado ante el elevado nivel de precios pese al coste económico que va a suponer.

¿Por qué se prevén otros 0,75 puntos?

Como otros bancos centrales, el BCE estimó el año pasado, cuando la inflación empezó a subir, que se trataba de un fenómeno transitorio fruto de la reapertura de la economía tras la pandemia, por lo que decidió no subir los tipos. La invasión de Ucrania y su efecto en los precios energéticos desbarató los planes de las autoridades monetarias. La institución europea comenzó a subir tipos más tarde que otras de sus homólogas porque venía de un nivel más bajo, y ahora está acelerando para recuperar el terreno perdido.

Con todo, en su seno hay voces que han defendido en las últimas reuniones unas alzas más moderadas a las finalmente aprobadas. En el consejo del BCE hay dos almas: los consejeros que defienden una interpretación flexible y amplia de su mandato que tenga más en cuenta la situación económica ('palomas') y los que abogan por ceñirse a su objetivo de lograr la estabilidad de precios ('halcones'). En contra de lo que venía pasando en los últimos años, los segundos están ganando el debate en los últimos meses con su apuesta por subidas agresivas de tipos para tratar de reconducir las perspectivas de la inflación cuanto antes.

El alza de 0,75 puntos es excepcional. Por ponerlo en perspectiva, el BCE ha bajado o subido tipos en 0,25 puntos en 26 ocasiones desde su creación, en 0,5 puntos en 13 ocasiones, y solo dos veces en 0,75 puntos (antes de la subida de septiembre, solo había aprobado una bajada de esa magnitud, y fue en 2008 tras la debacle de Lehman Brothers que disparó la Crisis Financiera Global).

¿Qué impacto puede tener en la economía?

Aunque el paro de la euro zona está en mínimos (6,6% en agosto) y el PIB sigue creciendo (0,8% en el segundo trimestre), hay indicadores adelantados que apuntan hacia una recesión. El BCE es muy consciente de ello. En septiembre, rebajó sus previsiones de PIB al 3,1% en 2022, 0,9% 2023 y 1,9% en 2024. Pero eso en el escenario central; en el negativo calculó una caída de la economía de la zona euro del 0,9% el año que viene. Cuanto mayor sea la subida de tipos, mayor será el riesgo de que dicha recesión se produzca.

¿Qué implica para los hogares?

Las subidas de tipos encarecen la financiación que captan hogares, empresas y Estados para sufragar sus gastos e inversiones. Los tipos oficiales, así, sirven de referencia para el resto de tipos de interés, como el euribor, el indicador al que están ligadas la mayoría de hipotecas a tipo variable en España. El efecto comienza a notarse antes incluso de que los tipos oficiales suban. Los bancos centrales, así, suelen ir dando pistas por adelantado de sus próximos movimientos y el mercado también trata de anticiparse a ellos, lo que hace que los tipos privados suban o bajen antes de que lo hagan los oficiales.

El euribor, de hecho, comenzó a incrementarse a finales del año pasado, desde el mínimo histórico del -0,505% de noviembre al 2,233% en septiembre. En los últimos días ya está por encima del 2,7%. Ello está encareciendo las cuotas de las hipotecas y lo hará de forma más pronunciada en los próximos meses. Además, los créditos nuevos también se encarecen: el interés medio de las nuevas hipotecas ha pasado del 1,38% del cierre del año pasado al2,03% en agosto, mientras que el de los préstamos al consumo ha subido del 6,1% al 7,09%. En la medida en que el BCE suba más o menos los tipos, la financiación de los hogares se encarecerá más o menos, sobre todo porque la subida de este jueves no va a ser la última, salvo sorpresa.

¿Y para empresas y Estados?

La financiación bancaria a las compañías se ha encarecido. El tipo medio de los nuevos créditos a empresas ha subido del 1,24% de diciembre al 1,6% de agosto. El encarecimiento del precio oficial del dinero, sumado a que el BCE ha dejado de comprar deuda, también ha hecho más caras las colocaciones de títulos a los inversores en el mercado, lo cual es aplicable tanto a las compañías como a los Estados. En el mercado secundario (compraventas entre inversores), el interés exigido para adquirir bonos españoles a 10 años ha pasado del 0,578% de comienzos de año a rondar el 3,2%. Como en el caso de los hogares, en la media en que el BCE eleve más los tipos más se encarecerá la financiación de empresas y Estados.

Compartir el artículo

stats