La chapuza de descanso del España-Italia

¿Qué hay detrás del cambio de Aitana y de la tensa charla de Montse Tomé?

Las malas maneras y el tono desafiante fueron el detonante de una tensión que terminó con la jugadora indispuesta

Montse Tomé, seleccionadora española femenina, en un entrenamiento.

Montse Tomé, seleccionadora española femenina, en un entrenamiento. / Rafa Alcaide

Laia Bonals

Parecía que cesaba el ruido en torno al vestuario de la selección española. Tras todo lo acontecido a raíz del beso no consentido del ya expresidente de la Federación, Luis Rubiales, a Jenni Hermoso y la reestructuración puesta en marcha, parecía que las aguas empezaban a calmarse.

Con la nueva seleccionadora, Montse Tomé, ya más afianzada en el cargo y las jugadoras conformes con los cambios prometidos y las medidas proyectadas, la calma empezaba a imponerse. Sin embargo, desde que la entrenadora asturiana ocupa el banquillo del combinado nacional, va a polémica por concentración. En la primera fue la lista de jugadoras que se habían declarado no seleccionables, en la segunda un error informático que no permitió enviar a tiempo la convocatoria para el segundo partido y ahora, en la tercera, un lío al descanso que hizo salir a España con 10 en la segunda parte y permitió a Italia dar la vuelta al duelo.

Tono desafiante

España se marchó a vestuarios a la media parte por encima en el marcador, aunque por la mínima. Fue justo en el descanso cuando se produjo una charla subida de tono por parte de la seleccionadora, que increpó directamente a Aitana Bonmatí y a otras jugadoras por su rendimiento. Las malas maneras y el tono desafiante fueron el detonante de una tensión que terminó con Aitana indispuesta.

La jugadora catalana le comunicó a Montse Tomé y a su cuerpo técnico que no se encontraba bien y que necesitaba ser sustituida. En su lugar debía salir Esther González, pero nadie le comunicó su entrada en el césped. España salió con 10 en el segundo tiempo, y de poco le fue no empezar con nueve futbolistas sobre el verde. Otro cambio que se realizó fue el de Athenea del Castillo, que debía ser sustituida por Lucía García, a quien no se avisó a tiempo y salto 'in extremis' al campo sin la camiseta puesta ni atadas las botas.

De la incredulidad al cabreo

Con el gol y la derrota final, la incredulidad dejó paso al cabreo. Tomé, sin embargo, quiso normalizar la situación echándole la culpa a la jugadora catalana. "En el descanso hicimos el cambio de Athenea por Lucía y luego cuando íbamos a entrar, en la segunda parte, Aitana nos avisa con poco tiempo de que no puede continuar. Por eso, no tenemos tiempo para que Esther pueda calentar y entrar en el partido, por eso iniciamos con una jugadora menos", contó en la rueda de prensa.

Aitana Bonmatí salió al paso de las acusaciones y especulaciones de los medios de comunicación: "Tras todas las informaciones y noticias surgidas sobre la situación de ayer y viendo la publicación de algunas noticias que no se ciñen a los hechos acontecidos quería esclarecer lo que sucedió. Durante el descanso, no me sentí bien y le pedí al cuerpo técnico ser sustituida porque entendí que lo mejor para el equipo era que entrara otra compañera. A partir de aquí, la situación no tiene más y lo importante es que el equipo consiguió la clasificación para la Final Four", se explicó Aitana después del encuentro a través de las redes sociales.

La estrella azulgrana está atravesando un proceso gripal, el mismo que le condicionó en el partido contra Italia y que le impidió entrenar el pasado domingo. Para el partido de este martes estará disponible y entrenará esta misma tarde con el resto de la plantilla ya en Málaga.

Enfado y falta de profesionalidad

Las jugadoras empiezan a estar ya un poco hartas de tanta improvisación y falta de profesionalidad. "La información tiene que llegar antes porque no podemos dejar al equipo con 10. Es un error importante", sentenció Esther González horas después de lo ocurrido. "Yo no entendía nada. De repente, veo que el partido ya ha empezado, me miran, hablan Montse e Irene y me llaman para decirme que tengo que salir sin calentar", relata la internacional, que tuvo que salir al campo en poco menos de diez segundos. "Y yo dije: 'vale'. Es lo que tengo que hacer. Tengo que salir a ayudar al equipo. Yo ya salgo tras el 1-1. No entendía nada", confiesa.

"El staff tiene que ser capaz de actuar muchísimo antes porque no puedes dejar al equipo que empiece la segunda parte con diez jugadoras. No se puede permitir. Es algo en lo que queremos trabajar, esa es la realidad. Tenemos que mejorar muchísimas cosas", añadió dejando claro que, pese a los cambios hechos en la Federación, aún queda un largo camino para rodearlas de los mejores profesionales.

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La polémica ha seguido presente las horas previas al encuentro contra Suecia (21h, TVE). "Después del partido del otro día ya di mi explicación de lo que había ocurrido, me remito a lo mismo", ha intentado desviar las explicaciones de lo sucedido. Sin embargo, tras volver a ser preguntada por ella y su relación en sala de prensa, ha apelado a la humildad. "Desde que llegamos en septiembre no ha sido fácil. Hemos conseguido imponernos con profesionalidad y humildad, una palabra que me gusta ejercerla y todos los que estemos cerca debemos serlo. Estamos en una línea positiva", apuntó sin citar directamente a la Balón de Oro.

"El vestuario es lo importante, ele quipo es lo importante. Lo que ocurre dentro es bueno que lo protejamos y que sea nuestro. Somos superexigentes, superprofesionales, queremos lo mejor para todos. Pensar en la palabra equipo, equipo somos todos y todas", ha añadido la entrenadora asturiana. Tampoco ha querido entrar en las declaraciones de Athenea del Castillo, a quien ha desacreditado. "Athenea no tuvo la información adecuada para poder hablar, pero son cosas para nosotras y no haría bien si lo pusiese aquí".