Entrevista | Entrevista Entrenador del Palmer Basket Mallorca

Óscar Olivenza: «No poder entrenar de manera habitual en la cancha de juego me preocupa mucho»

El Palmer Basket Mallorca Palma inicia este fin de semana su nueva andadura en la LEB Plata en la cancha del Salou 

Óscar Olivenza da instrucciones a los jugadores del Palmer Basket Mallorca

Óscar Olivenza da instrucciones a los jugadores del Palmer Basket Mallorca / Palmer Basket Mallorca

J. M. Arbucias

Tras un meritorio ascenso el curso pasado, Óscar Olivenza seguirá al frente del nuevo proyecto del Palmer Basket Mallorca Palma. El técnico pacense ha visto cómo los responsables del club seguían confiando en él para ocupar el banquillo de un equipo que, después de conquistar brillantemente el Trofeu Ciutat de Palma, estrenará categoría este próximo domingo en Salou después de conseguir la tmeporada pasada el ascenso a LEB Plata.

Para aquellos que no le conocen, defínase como entrenador.

Autodefinirse es complicado. Creo que soy una persona comprometida, que entiende el deporte como un todo, como algo colectivo, como una manera de transmitir valores, de pertenencia a algo común, de crear sinergias, de empatía y que intenta contagiar esta filosofía de vida.

¿Le inquieta que el club y usted sean novatos en la LEB Plata? 

Me genera cierta preocupación porque, entendiendo el deporte como compromiso, siempre quiero dar mi máximo, estar a la altura y devolver la confianza que han depositado en mí los responsables del club.

A la hora de confeccionar la plantilla han apostado por mantener la columna vertebral de la temporada pasada y la han completado con jugadores experimentados. Valore del 1 al 10 su grado de satisfacción.

Un ocho, más que nada para que estén alerta en la situación deportiva… Mejor un nueve.

«No tengo ningún tipo de envidia ni rencor al Fibwi Palma, es un equipo al que respeto»

¿Qué equipo verán los espectadores que acudan al Palau este año?

Puedo comentar lo que me gustaría –lograrlo depende de muchos factores –. Ambiciono un equipo reconocible, que transmita valores dentro de la cancha, con el que la gente se sienta identificada, que no baje nunca los brazos, que se comprometa al máximo con el juego, que entienda cada fase del juego y que comparta el balón.

No poder entrenar de manera habitual en la cancha de juego y tener que deambular por diferentes pistas a la hora de ejercitarse durante la semana, ¿le preocupa? 

No poder entrenar de manera habitual en la cancha de juego me preocupa mucho por muchas razones: porque resta estabilidad al jugador y a la persona, dificulta la distribución de las cargas, obliga a reducir el intervalo entre sesiones imposibilitando la recuperación física de los jugadores y a modular constantemente cargas… Me preocupa y nos ocupa, ya que el club está trabajando para mejorar las condiciones.

Concrete el objetivo para esta temporada.

Resulta difícil concretar. No quiero ni quedarme corto por arriba ni quedarme corto por abajo. Busco competir al máximo. Si ese máximo es quedar terceros, terceros; si ese máximo es quedar sextos, sextos. Evidentemente no renuncio absolutamente a nada. Proponerse objetivos a largo plazo es absurdo. El objetivo es el próximo entreno, el próximo partido.

¿Qué equipos son los favoritos para lograr el ascenso?

Hay un bloque de equipos que, por presupuesto, experiencia en la categoría y plantilla tienen que estar arriba: Benicarló, Cartagena, Sant Antoni de Ibiza o el mismo Fibwi. El Prat, que ha renunciado a la LEB Oro, también es uno de los favoritos; pero paralelamente siempre hay un grupo de equipos tapados que de repente aparecen por arriba. Veremos si nosotros podemos meter la cabeza por ahí. 

«Proponerse objetivos a largo plazo es absurdo; el objetivo es el próximo entreno»

La rivalidad con el Fibwi es innegable. ¿Está en juego la hegemonía del baloncesto masculino mallorquín?

Ni me lo planteo. Considero la rivalidad como algo beneficioso y sano para nuestro baloncesto. No tengo ningún tipo de envidia, ni rencor al Fibwi. Es un equipo al que respeto, como a la inmensa mayoría de equipos mallorquines. Por supuesto hay rivalidad deportiva y cierto morbo para la gente de fuera, pero nada más. Nosotros hacemos nuestro camino y así lo percibo desde dentro del club y desde dentro de la plantilla.

Los dos encuentros contra el Fibwi en la pretemporada se han saldado con dos victorias. ¿Qué balance hace de esta circunstancia?

No han sido más que dos partidos de preparación, de ir probando cosas. Cierto es que han tenido un mínimo componente añadido de rivalidad, pero simplemente han sido encuentros de pretemporada. No dicen mucho más. Nosotros no nos vamos a dormir pensando que les hemos ganado dos veces. Fueron dos partidos distintos. En el primero, aunque nos cogió con poco tiempo de rodaje ya que arrancamos más tarde la pretemporada, les sorprendió ese punto de energía que demostramos; en el segundo llegamos más parejos, nosotros con más carga competitiva y ellos algo faltos de partidos. Hemos sacado lecturas positivas.

¿Cree usted que en nuestra isla hay afición suficiente para dos equipos en la LEB Plata?

 Espero que sí. Hay mucha afición al baloncesto en Mallorca, pero da la sensación de que no terminan de identificarse con un proyecto. Desconozco la razón. Yo fui a la fase de ascenso a la ACB que el actual Fibwi jugó hace unas temporadas en Bilbao. Acompañaron al equipo más de quinientos aficionados… Afición sí hay, pero ahora tendrá que dividirse.

Ayúdeme a resolver dudas. ¿Son ustedes los «nuevos ricos» del baloncesto de nuestra isla?

Yo te diría que no. Mucha gente está equivocada porque piensa que este proyecto está envuelto en oro. La verdad es que este proyecto nace de gente con inquietudes, trabajadora, empresarios que se han hecho a sí mismos, gente que apuesta por el deporte. Tienen el suficiente equilibrio y criterio y la suficiente cabeza como para saber que todo tiene que funcionar con cierto límite. Nosotros a nivel presupuestario estamos en mitad de la tabla, aunque lo que se proyecta hacia afuera no es precisamente esto. 

Todavía hay aficionados que no tienen claro si ser seguidores del Palmer o del Fibwi. Convénzales para que se decanten hacia sus colores. 

Lo que puedo decir es que a día de hoy me siento orgulloso de representar y pertenecer al club en el que estoy por lo que transmite a nivel de valores y por lo que proyecta a nivel del baloncesto mallorquín. Venimos de Llucmajor donde nos hemos sentido muy queridos y plenamente identificados. Tratamos de trasladar ese sentimiento de pertenencia al resto de la isla. Participamos en cualquier actividad que se nos reclama, porque somos así, no hemos venido a pisar a nadie, estamos aquí para sumar. Que todo el mundo venga, vayamos de la mano y crezcamos. Eso es lo que podemos ofrecer.

undefined

Suscríbete para seguir leyendo