Los dos oros del 35 y los responsables en segundo plano

Dos horas después de lo previsto por la tormenta, Álvaro Martín llegó el pasado sábado al mediodía como campeón mundial de 20 km marcha al hotel de la selección española en la preciosa y verde Isla Margarita. Ya estaba centrado en los 35 km, pero el desgaste había sido brutal. Tocaba esperar un par de días para conocer la evolución.

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Al día siguiente María Pérez llegaba con la misma medalla dorada y con la misma alegría al Hotel Ensana, pero con el problema añadido del importante problema muscular en la pierna izquierda que la había torturado en el último cuarto de prueba. No le impidió ganar con autoridad, pero surgía un contratiempo de cara a los 35.

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De inmediato, los servicios médicos y los recuperadores de la selección española se pusieron manos a la obra con el objetivo de descargar al extremeño y con la doble meta de liberar de la tensión a la granadina y al mismo tiempo tratar esa dolencia muscular. De hecho, 24 horas después de los 20 km, su presencia en los 35 km resultaba casi quimérica.

Con el doctor Christophe Ramírez controlando los valores para asegurar que ambos llegasen enteros a la dura prueba de ayer, el emblemático Miquel Àngel Cos (hermano Francesc, ex director del área de conocimiento y rendimiento físico del FC Barcelona) y Patxi Morales iniciaron un trabajo contrarreloj que ha dado sus frutos y parte del doble oro de ayer es suyo.

Además de su ímprobo trabajo con cuantas sesiones han sido necesarias, sobre todo en el caso de María Pérez han sabido trabajar a la perfección el aspecto mental. “Tengo que darles las gracias. Son unos cracks. Me han dado mucha confianza y ese positivismo es muy importante”, comentaba la granadina tras reinar también en los 35.

“Ha sido un trabajo de todos. Estaba muy cargado tras el 20 y gracias a ellos he podido competir a tope otra vez cinco días después. Fijaos cómo estoy, he llegado al límite”, indicaba ayer Álvaro Martín, quien ya tiene dos oros universales y otros dos en el Viejo Continente.

En este sentido, hay que destacar la labor de la RFEA, que ha conseguido contar con una habitación de grandes dimensiones en el hotel con dos camillas y todo tipo de aparatos necesarios para tratar las principales molestias y dolencias que surgen en este tipo de citas. De hecho, por ese habitáculo han pasado todos los atletas españoles, ya sea para realizar trabajo previo a su participación como a posteriori.

Por eso tiene tanto valor y habla tanto de su humanidad el gesto de María Pérez corriendo a por Miquel Ángel Cos y a por Patxi Morales para que celebrasen el oro con ella en la Plaza de los Héroes.