Bellingham luce galones y Joselu pegada en otro triunfo del Real Madrid

El Real Madrid cuenta por victorias sus partidos antes del clásico del sábado contra el Barça. Y lo hace con un perfil reconocible, tratando bien el balón y llegando con agresividad al área rival. Los jugadores han digerido bien el cambio de esquema y Jude Bellingham se ha convertido en un referente en el campo con solo dos partidos a sus espaldas. Ante el United los blancos ofrecieron mejor cara que ante el Milan, aunque Carletto utilizó un planteamiento parecido al desplegado ante los italianos. Dos golazos, del inglés y de Joselu, dieron el segundo triunfo a los madridistas en Houston.

Valverde se disfraza de Mbappé en el debut del Real Madrid

Gol de Bellingham

Tiene hechuras Bellingham de jugador de época. Parece que lleva años jugando en el Real Madrid por su jerarquía, clarividencia y naturalidad. Pese a tener solo 20 años Jude es un futbolista de enorme aristocracia que tiene gotas de Modric, ramalazos de Vinicius y una innata tranquilidad para jugar al fútbol, ya sea rodeado de rivales en el mediocampo o apareciendo en los metros finales para definir como hizo a los cinco minutos al aprovechar un pase largo de Rudiger. Controló con tranquilidad y batió a Omana como si estuviese en un entrenamiento. 

Presentó el Madrid un once muy titular en Houston ante el Manchester United. Ocuparon Carvajal y Fran García los carriles, dos jugadores de ida y vuelta que disparan las posibilidades en ataque de un equipo dinámico sin referencia arriba. Algo que complica enormemente a los centrales rivales que deben tapar no solo a Vinicius y a Rodrygo, sino los espacios a los que pueden llegar. Y eso es como intentar ponerle puertas al campo. 

Era tal la superioridad de Bellingham en todo el sector de la medular que los argentinos Lisandro y Garnacho le dejaron dos entradas feas y el inglés no se arrugó y se encaró con ellos. El Madrid tejía su fútbol desde Modric a Bellingham, con el músculo de Camavinga y Tchouameni minimizando al United y Vinicius y Rodrygo apareciendo por debajo del radar de Varane y Casemiro, que se medían a sus ex compañeros por primera vez. Un equipo maduro ante otro en construcción en un duelo que apenas dejó un par de ocasiones por cada bando en el primer asalto.

El 1-0 del marcador al descanso hacia justicia a los méritos de los blancos, que leían mejor el partido y mostraban más paciencia en la gestión y posesión de la pelota. Asociación de salida, vértigo en los espacios arriba. Un Madrid de dos velocidades y un enorme catálogo de recursos ofensivos, pero uno por encima de todos: la llegada a los espacios de sus atacantes. El 4-4-2 en rombo que ha propuesto Ancelotti ante la ausencia de un 9 de referencia está siendo bien implementado por los jugadores, especialmente por Bellingham.  

Cambios y se crece el United

En la segunda mitad Carletto echó mano de la unidad B, con la misma defensa que sufrió en el estreno con el Milan, pero dejó arriba a los brasileños. Bellingham se quedó en la ducha y la medular se actualizó con Kroos poniendo el pie y Valverde las piernas junto a Camavinga. Dejó Ter Hag en el campo el mismo once el primer cuarto de hora y el United se hizo con el mando del encuentro. Pero a la hora los ingleses cambiaron todo el equipo, al tiempo que Ancelotti que ponía en juego a Brahim y Joselu arriba.

El caos generado por los cambios provocó ocasiones claras de McTominay, que Lunin salvó con una buena mano, y de Joselu a pase de Brahim. El partido se hacía de ida y vuelta y de nuevo Joselu, en el primer centro que le colgaron en esta pretemporada, y Van de Beek, pudieron marcar. Se animaba el choque inesperadamente y el público lo agradecía, aunque Carletto torcía el gesto.

El United se volcaba sobre la derecha, donde Antony, a pierna cambiada, le creaba problemas a Mendy. Como en el primer partido, la unidad B sufría para mantener a raya al rival. Un once más obrero y con menos glamour, pero que fue capaz de aguantar la ventaja y aumentarla con un golazo de Joselu de chilena en el descuento certificando el triunfo sobre un ManU que volvió a demostrar que tiene trabajo por delante para pasar de ser una buena plantilla a ser un buen equipo.

Victoria de los de Ancelotti que confirma las sensaciones del primer partido, con un bloque de jugadores claramente más titulares y una buena asimilación del nuevo dibujo que pondera la importancia de un jugador catedralicio como Bellingham, quien debe dar lustre a este Madrid que tiene a Joselu como ariete de referencia, mientras llega (si lo hace finalmente) Mbappé, y se encomienda al desequilibrio en los espacios de sus llegadores. Bellingham ya luce galones y Joselu pegada en el Madrid.