El Palma Futsal tumba al Benfica y luchará por ser campeón de la Champions

El Palma Futsal jugará por ser campeón de la UEFA Futsal Champions League. Los mallorquines han conquistado un triunfo para la historia en unas semifinales de infarto ante el Benfica, uno de los gigantes de Europa, para alimentar el sueño de ser el mejor equipo del continente (4-3).

Los goles de Tayebi (2), Mancuso y Cainan dieron el billete para la final en un encuentro en el que supo hacer daño en la primera parte a base de zarpazos y que después fue capaz de resistir con una defensa para el recuerdo en un Velòdrom Illes Balears entregado. El enorme susto final, por culpa de un gol fuera de tiempo de Arthur que tuvo que confirmar el vídeoarbitraje, dio paso a una verdadera locura sobre la pista y en las gradas. El Sporting de Portugal, que aplastó al Anderlecht en la otra semifinal, será el rival de los baleares este domingo a las 20 horas.

No pudo empezar mejor la primera parte. Después de un primer aviso de Cainan, el brasileño fue derribado y el árbitro, aunque lo revisaron a instancias de los lusos, señaló penalti. Tayebi no perdonó y el marcador ya señalaba 1-0 cuando apenas se llevaba un minuto y medio de juego. Esto enfureció al Benfica, que tuvo descaradamente la posesión del balón, con un Arthur muy dominante, pero que se estrelló con un Palma muy concentrado. Chishkala, en dos ocasiones, el propio Arthur y hasta el portero Gugiel lo intentaron, pero las piernas de Tomaz, Rivillos y, por supuesto de un entonado Luan Muller, empezaron a ser protagonistas.

El Palma tenía claro que el éxito solo pasaba por estar exageradamente atento a cualquier detalle. Y lo bueno es que supo dar otro golpe a los cinco minutos. Cléber se la pasó a Mancuso y anotó el segundo. Justo cuando empezaba a asustar de verdad el adversario, reciente campeón de la Copa de su país, llegaba el 2-0. El Benfica elevó su ritmo, pero la exhibición defensiva de los anfitriones era mayúscula. Y cualquier despeje se celebraba en la grada casi como si fuera un tanto. Luan Muller realizó una soberbia parada en una contra de Vinicius Rocha. El Palma necesitaba tener más la pelota para rebajar el ritmo del Benfica. Diego Nunes y Jacaré soltaron dos buenos disparos, pero Luan estaba en su sitio. Si Nunes se metía en el partido el Palma tenía un serio problema. De hecho, otro obús del ex de los verde pistacho se fue rozando el larguero. 

Hasta que Mario Rivillos marcó las diferencias. Para eso llegó este verano a la isla. El madrileño protagonizó una sensacional acción, llena de velocidad y talento, para que Tayebi pusiera el 3-0. Este marcador era oro puro cuando quedaban menos de dos minutos para el final, pero el rival también juega. Y Chishkala, con la fortuna de que su chut rozó en la espalda de Chaguinha, anotó. Daba rabia haber encajado ese tanto, pero no todo iba a ser perfecto. Incluso Arthur, con una tremenda volea, estuvo cerca del segundo, pero Luan Muller siguió brillando. 

El panorama era idílico al descanso, pero quedaba rematarlo. Y el encuentro enloqueció en la segunda parte. A los veintitrés segundos de iniciarse el Benfica puso el 3-2 con un chut del portero Gugiel que rozó en un defensor y se coló. 

La respuesta del Palma Futsal fue inmediata. Tayebi le envió un buen pase a Cainan, que amplió el colchón. Solo había pasado un minuto y ya todo apuntaba que el duelo estaba entrando en otra dimensión, con más llegadas y mucha más tensión. Al Benfica no le quedaba otra que elevar su agresividad, pero lo cierto es que el 4-3 llegó gracias a su gran calidad. En una buena acción de juego combinativo, Gonçalo rompió las líneas para marcar. El Palma Futsal no acusó el golpe y Cléber volvió a aparecer en dos ocasiones. En la primera su disparo se fue fuera y en la segunda Gugiel repelió su obús. 

A doce minutos del final Vinicius Rocha fue expulsado por una agresión a Marlon, revisada por el videoarbitraje. Esto le dejó dos minutos en superioridad, pero la pelota no quiso entrar de ninguna manera. Eloy Rojas estuvo cerca, pero el balón se fue a la madera. El Benfica respiró aliviado porque había evitado males mayores mientras que el Palma era consciente de que se le había escapado una gran oportunidad de aumentar la diferencia.

En el tramo final el duelo entró en la histeria. Los 4.654 espectadores que acudieron al recinto se erigieron en un defensor más de los verde pistacho, que recularon para tratar de evitar que el juego de cinco, con Gugiel como apoyo, les hiciera daño. Arthur lanzó un misil, pero Luan Muller estuvo en su sitio y después Chaguinha respondió con un chut que se fue alto. Había que aguantar como fuera porque el premio era demasiado grande como para dejarlo escapar. Incluso desde el banquillo levantaban los brazos para animar a la afición a que elevara los decibelios todavía más. 

El técnico Mario Silva ordenó portero-jugador cuando quedaban cuatro minutos para el final, todo un infierno. Un remate de Bruno Cintra y otro de Jacaré que despejó Luan Muller dieron miedo, pero nada como el gol que logró Arthur tras un tiro de Chishkala sobre la bocina. Nadie se lo podía creer, pero el Palma reclamó que había llegado fuera de tiempo y en la revisión los árbitros le dieron la razón. La euforia se adueñó del Velódrom Illes Balears, que asistió a cómo el conjunto mallorquín se metió en la final de la Champions dejando en la cuneta a un gigante del continente. Que siga la fiesta y que Miquel Jaume, fundador hace 25 años del club, lo disfrute desde el cielo.