Producto 'made in City'

Así es la historia de Taty Castellanos, el delantero del Girona que le marcó 4 goles al Madrid

"Me acuerdo mucho de mi gente, que está siempre conmigo, imaginaba marcar un gol al Madrid y han sido cuatro, ha sido una noche soñada", fueron sus primeras palabras tras el póker al equipo de Ancelotti

Taty Castellanos celebra uno de sus cuatro goles al Madrid en Montilivi.

Taty Castellanos celebra uno de sus cuatro goles al Madrid en Montilivi.

Marcos López

En el autobús, de vuelta a Girona, con los ojos vidriosos, y sin encomendarse a nadie, cerró Valentín ‘Taty’ Castellanos, delantero argentino que nunca ha jugado en su país a nivel profesional, sus cuentas en las redes sociales. Apenas eran 100 kilómetros del Camp Nou a su casa, situada a las afueras de Girona, donde vive con Agus, uno de sus cinco hermanos. Taty es el más pequeño de la familia.

Cien kilómetros que le parecieron mil, atormentado como iba por ese error ante Ter Stegen. Solo estaba el ‘nueve’ del Girona en la pradera del Camp Nou y, de pronto, la portería se le hizo diminuta y el balón le resultó ingobernable.

Un tiro fácil para alguien como él, obsesionado del trabajo, que esculpe su cuerpo en el gimnasio de su hogar, donde se pasa horas y horas tal si fuera una réplica de la meticulosidad física de Cristiano, se transformó en un disparo depresivo.

Taty Castellanos.

Taty Castellanos. / EFE

Michel y sus compañeros lo arroparon en el vestuario del Camp Nou. Pero no había consuelo alguno para el Taty, un genuino producto de la factoría City. Nacido en Mendoza ("me acuerdo mucho de mi gente, que está siempre conmigo, imaginaba marcar un gol al Madrid y han sido cuatro, ha sido una noche soñada", fueron sus primeras palabras tras el póker al equipo de Ancelotti), pero debió cruzar – tenía 17 años - la cordillera de los Andes para jugar en la Universidad de Chile, donde llegó a debutar en un partido de Copa Suramericana ante Corinthians. Apenas 15 minutos. Y, de nuevo, el olvido.

Mendocino del departamento de Guaymallén, jugó primero en Independiente Rivadavia antes de formarse en el Leonardo Murialdo. Pero era despreciado por los grandes clubs de Buenos Aires. Ni River ni Lanús lo quisieron. Esa gestión de Diego Rivarola le llevó a ‘La U’ de Chile. Pero su físico, entonces liviano, no le ayudó demasiado. Demasiado "flaquito" era.

Al menos, se reconcilió con su padre, al que hacía siete años que no veía. Diego, su padre, estaba en Chile. Y allí vivió el Taty con su progenitor y su esposa en vez de la pensión que le ofrecía el club chileno.

Montevideo, Nueva York, Girona...

Pero no jugaba en 'La U' y apareció al rescate el Montevideo Torque City de Uruguay, que jugaba en la segunda división charrúa. Nadie en Argentina preguntaba por el Taty. Ni lo conocían. El viaje 'citizen' prosiguió luego en el New York City, acurrucado en seis valiosos meses de convivencia con David Villa en un máster acelerado de cómo convertirse en un goleador reputado.

Llegó como extremo izquierdo, jugando a pierna cambiada, pero Domènec Torrent, quien fue durante 10 años ayudante de Pep Guardiola en Barça B, Barça, Bayern y City, le hizo debutar como extremo derecho, antes de ubicarlo en el centro del ataque.

Taty Castellanos, delantero del Girona, celebra uno de sus cuatro goles al Madrid en Montilivi.

Taty Castellanos, delantero del Girona, celebra uno de sus cuatro goles al Madrid en Montilivi. / EFE

Ahí, oculto en el anonimato futbolístico que proporciona la Gran Manzana, se estaba construyendo un delantero más que interesante, obstinado como andaba Joan Patsy, experiodista de EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, y TV-3, convertido desde hace años en el hombre que controla el mercado suramericano para el City, en abrirle las puertas de Europa. Sí, la misma persona que recomendó a Julián Álvarez, ahora campeón del mundo, a Guardiola.

Es más. River Plate quería al Taty para suceder a Julián en el Monumental. Pero Patsy tejió en silencio con Quique Cárcel, que más que director deportivo del Girona es el arquitecto del proyecto, otra vía para terminar con el delantero en Montilivi.

El marcador de Montilivi en una imagen difundida por el Girona.

El marcador de Montilivi en una imagen difundida por el Girona.

Hasta que estalló con cuatro goles que le elevan a la historia del club para siempre. De las lágrimas en el Camp Nou a la locura con el Madrid. Entre medio, el silencio en las redes. "Ahora ya puede abrir Twitter e Instagram. Taty se lo merece todo", confesó un emocionado Michel, el técnico que le ha dotado del ecosistema adecuado ejecutando con mimo una profunda reconversión en su equipo.

De vivir de Stuani a vivir con Stuani

El Girona vivía siempre de Stuani. Ahora vive con Stuani, siendo el tercer equipo más goleador de la Liga española, tras anotar 48 tantos, solo superado por Madrid (65) y Barça (54). Una hora jugó el Taty en el Camp Nou. Dos disparos, los dos fuera.

Seis días más tarde, Stuani colgaba un mensaje en su cuenta de Twitter, ilustrado con una foto en la que se le ve abrazado al argentino. “Somos los que llevamos el peso del gol del equipo. Hermosa presión que nos hace crecer. Estamos juntos. Lo conseguiremos”, escribió el capitán del Girona.

Horas después, Taty rompía su silencio y marcaba el 1-0 al Elche. Un tiro, un gol. Ya estaba de vuelta, aunque no jugó en Valladolid por sanción, mientras tramaba, tal vez, la noche que jamás imaginó.

Una noche que preparó como siempre. "Soy muy cabulero antes de los partidos”, confesó al diario 'Olé'. "Me aplico palo santo en todo el cuerpo, hago brujería, ¡ja ja ja! A mi madre le gusta esto de la energía positiva", añadió.

En dos semanas transitó del dolor del Camp Nou a la locura de Montilivi. Ni jugó todo el partido. ¡Para qué! Fueron 72 minutos, seis disparos, cinco a puerta y cuatro goles. Y, de pronto, el oscuro viaje por las rutas anónimas del fútbol le colocó a él, un devoto maradoniano, capaz de encender velas en su casa antes de cada partido de la albiceleste en el pasado Mundial de Qatar, en el centro del escenario. Hubo una tarde, la del 25 de abril de 2023 (noche lluviosa y calurosa en Montilivi), en la que hasta el Taty se convirtió en 'trending topic' en Argentina, el país que desconocía de su existencia.

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