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En contra

Chicho Lorenzo: «Izan Guevara marcará una época, es el heredero de Marc Márquez»

Genio y figura, Chicho Lorenzo (Caracas, 1958) asumió hace exactamente una década en esta página el reto de crear otro campeón mundial a la altura de su hijo, Jorge Lorenzo. Ha cumplido la promesa por triplicado, insiste mientras muestra sus fotos instruyendo a Joan Mir, Izan Guevara y Augusto Fernández

Chico Lorenzo Bernardo Arzayus

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Todos los campeones son sus hijos?»

He sido una pieza clave en las carreras deportivas de los cuatro campeones mundiales mallorquines de motociclismo. Puse el escalón inicial al alcance de cualquier familia, y sin un primer paso no hay un segundo.

¿Los campeones le han agradecido sus desvelos?

No, se han olvidado de la importancia en sus carreras de una escuela muy humilde que les permitió iniciarse de manera económica.

Jorge Lorenzo se pondrá celoso de su éxito.

Sí, porque tenía el reto de demostrarle a mi hijo que podía formar a otros campeones.

¿Qué tenía Jorge que sus sucesores no igualarán?

Que trabajó más años conmigo.

¿Cómo está ahora su relación con Jorge Lorenzo?

Es inexistente.

Usted no sabía cuáles de aquellos niños llegarían a campeones mundiales.

Llegar a campeón del mundo es muy complicado, y algunos que podrían haberlo logrado perfectamente se quedaron por el camino, por decisión propia o de sus padres.

¿Qué características debe reunir un campeón?

Es el fruto de administrar el talento y el carácter.

¿Y cómo andan sus campeones de talento y carácter?

Joan Mir es el corredor con más talento que he tenido en mi vida. Augusto Fernández no es tan talentoso, pero sí muy inteligente. Izan Guevara marcará una época, será el heredero de Marc Márquez por la cabeza que tiene, la intuición y la seguridad en sí mismo. Y son adolescentes.

Mir, Izan, Augusto, ¿cuál será el próximo campeón del mundo de todas las categorías?

Mir se conforma con lo que ha conseguido, y Augusto Fernández ha de mejorar algunos aspectos para ser campeón del mundo, así que apuesto por Izan Guevara. Salvo catástrofe, está destinado a consagrarse entre los mejores de la historia, es un purasangre con una mente privilegiada.

¿Los padres son el peor enemigo del entrenador?

En el caso de Augusto Fernández, sus padres creyeron mucho en mí durante los siete años que estuvo conmigo. Éramos cómplices, así que no se puede generalizar.

Le presentan a un niño de cuatro años, ¿qué ve?

Enseguida se ve, a la media hora tienes un análisis de sangre y una radiografía completa. La pasión y el talento se notan al instante.

Pero la moto mata.

Es una actividad de altísimo riesgo pero, por muchas protecciones que le pongas a un niño, no lograrás evitar todos los peligros.

Debió haber padres que no le fiaban a sus hijos.

Muchos jóvenes han de esperar a la mayoría de edad para subirse a una moto. Lo tienen absolutamente prohibido por sus padres, y en esos casos yo no intentaba convencerles, imagina que luego pasa algo.

Se ha hecho viral el entrenador serbio de tenis apaleando a su hija.

La violencia no te lleva a ninguna parte, no funciona, pero hay gente que enloquece. Puedes presionar con otros recursos, como una buena bronca. El piloto la necesita y reacciona.

Quién iba a decir que el educado Mateo Isern le quitaría su academia de Son Hugo.

José Ramón Bauzá y Carlos Delgados intercedían por las dificultades que yo tenía, Isern me miró con desprecio y dijo que «ya lo creo que tiene problemas».

Qué fácil es pelearse con usted.

Soy de mecha corta, pero suelo ganar todas las trifulcas, no ando tan desencaminado. Con el tiempo, ya no te metes en batallas que no te interesan, otra cosa es defender tu trabajo.

Y encima Vox gobernará, miel sobre hojuelas.

Ni creo que gobiernen ni son los míos, del tema político me he desentendido completamente.

Reconozca que usted pidió esta entrevista.

Porque a raíz de tu pregunta hace diez años, «Para demostrar que no fue casualidad, fabrique otro Jorge Lorenzo», he cumplido con la respuesta que te di entonces: «En eso estamos en la Escuela. Fabricamos veinte, para tener otros en la recámara por si nos falla alguno».

Toni Nadal también quiere fabricar otro Rafa.

Ellos han montado un complejo extraordinario, más orientado al negocio que a la vocación deportiva.

Quedamos emplazados de aquí a diez años.

Si llegamos. El reto que me pusiste está cumplido, y ya no me hace ilusión el concepto porque es duro pelearse con el entorno de los pilotos. Ahora trabajo directamente con dos, entre los cinco mejores del mundo de su edad. Y tengo un proyecto para abaratar un deporte en el que he visto arruinarse a familias enteras.

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