Opinión

Atrévase a ser más atrevido, señor Aguirre

El Mallorca demuestra en Valencia que si se desprende de las ataduras defensivas y se quita los complejos es capaz de jugar, atacar, dominar y marcar a cualquiera

Álex Baena y sus compañeros protestan al árbitro la expulsión del primero por mostrar el mensaje en recuerdo a Llaneza.

Álex Baena y sus compañeros protestan al árbitro la expulsión del primero por mostrar el mensaje en recuerdo a Llaneza. / LaLiga

Ricard Cabot

Ricard Cabot

El partido del sábado en Mestalla mostró de forma nítida las dos caras del Mallorca, tímido, fiándolo todo a su fortaleza defensiva, a verlas venir y dominado en el primer tiempo; y, tras el gol del Valencia, decidido, valiente, dominador, dueño del balón y en busca, primero del empate y después de la victoria. La frase post partido fue de Javier Aguirre: «¿Jugar con otro sistema? Un partido como el de hoy me hace reflexionar». Reflexione, señor Aguirre. Sus jugadores han demostrado con creces, no solo el sábado, que cuando necesita el gol -normalmente cuando va por debajo en el marcador- saben cómo buscarlo, sentirse protagonistas. Con una pareja atacante como Muriqi y Kang, y con Amath en su momento más dulce, el Mallorca está obligado a presentar otra propuesta futbolística. Es verdad, no siempre, no ante rivales de postín, pero sí contra los de su Liga, como por ejemplo el Espanyol el próximo viernes. Juegas en casa, con el apoyo del público, ante un rival que llega con muchas dudas. Es un buen momento para que prime el juego ofensivo sobre el defensivo, buscando siempre, eso sí, el máximo equilibrio. Hay que aprovechar la racha del kosovar y el surcoreano. El equipo mejora cuando el primero contacta con el balón, que nunca rifa. Siempre juega con criterio, vean si no su combinación con Dani en la acción previa al gol de Kang; y este está demostrando que es talento puro, el jugador con más calidad de la plantilla. Su gol al Valencia fue obra de un futbolista diferente, que eleva sus prestaciones cuando el balón merodea el área rival, y las disminuye cuando el equipo se limita a defender y, a su pesar, se ve obligado a perseguir el balón como si cazara moscas. Atrévase a ser más atrevido, señor Aguirre. Se lo agradecerán sus jugadores y, sobre todo, la afición, que hasta podría pasárselo en grande.

La absurda expulsión de Álex Baena

Hay normas y normas, y alguna más estúpida que otra. La expulsión del jugador del Villarreal, Álex Baena, al ver la segunda tarjeta amarilla por celebrar el gol del empate ante el Almería cubriéndose la cabeza con la camiseta para que se viera el mensaje «Gracias por todo Llaneza» -el vicepresidente del club castellonense fallecido el pasado miércoles- es lo más sorprendente que ha pasado en mucho tiempo. Las normas están para cumplirse, cuentan los defensores a ultranza del reglamento, pero esta expulsión es una aberración. Entre todos estamos acabando con la esencia del deporte. Unas bellas palabras nunca pueden conllevar un castigo.

El turno de Augusto

Llega el turno de Augusto Fernández, el piloto de Pina que el 6 de noviembre en Valencia puede celebrar el título mundial de Moto2. El japonés Ogura se lo puso en bandeja ayer al caer en la última vuelta cuando iba segundo.  

El ejemplo de Muzychuk

Hay deportistas que difícilmente serán portada de diario. Ni siquiera por sus nobles gestos. Lamentablemente es el caso de la ucraniana Anna Muzychuk, triple campeona mundial de ajedrez, que perderá todos sus títulos al negarse a jugar en Arabia Saudí por no querer llevar velo y a ser acompañada por un hombre cada vez que salga del hotel en solidaridad con la lamentable situación de las mujeres en el país. Para que aprenda más de uno.

Suscríbete para seguir leyendo