Con su victoria de ayer ante el alemán Alexander Zverev y su consiguiente pase a la final, Rafel Nadal puede convertirse mañana en el ganador más veterano de la historia de Roland Garros, con 36 años y dos días. Rompería de esta manera un registro de 50 años, cuando el catalán Andrés Gimeno jugó y ganó la final en París con 34 años y 306 días. El más veterano en jugar una final es el estadounidense Bill Tilden, que la perdió en 1930 con 37 años. Con su trayectoria de 17 años de forma ininterrumpida en el grande de tierra, el mallorquín está pulverizando todos los récords habidos y por haber. Ya en 2005, con 19 años y tres días se convirtió en el quinto jugador más joven en conquistar Roland Garros, tras Michael Chang (17 años y 3 meses en 1989), Mats Wilander, Bjorn Borg y Ken Rosewall.
En el global de los cuatro grandes, el más veterano de la historia en disputar una final figura todavía en primer lugar Rosewall, que en 1973 se plantó en el partido decisivo de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, perdidos ambos, con 38 años cumplidos. Con 37 años, dos meses y un día, ganó el Abierto de Australia por cuarta vez. Se impuso 19 años después de hacerse con su primer título. En caso de ganar este domingo, Nadal se impondría 17 años después de que lo hiciera por primera vez en Roland Garros. El segundo en la lista histórica es Roger Federer, que se impuso en la final de Wimbledon 2018 con 36 años y diez meses. Nadal se ha colocado en cuarto lugar.
Otro de los grandes de la historia del tenis y posiblemente el más emblemático de la era moderna es Roger Federer. A dos meses de cumplir 41 años y semiapartado de la competición a causa de las lesiones, el maestro suizo ha conseguido importantes títulos con la treintena más que sobrepasada. Desde que cumplió 35 años en 2016, Federer ha logrado tres títulos de Grand Slam, sumando un total de 20. Parece difícil que pueda conseguir alguno más por su larga inactividad y su amplio repertorio de lesiones que le han obligado a pasar más de una vez por el quirófano.
Pese al incierto futuro de Nadal por su lesión en el escafoide del pie izquierdo, una lesión crónica que arrastra desde el inicio de su carrera y conocida como Síndrome de Müller-Weiss, su presencia por decimocuarta vez en la final de Roland Garros obliga a no descartarle para el próximo año si la salud le respeta. De todas maneras, y pase lo que pase en la final de este domingo, Nadal ya es el jugador más veterano de la historia en disputar la final del torneo, otro registro, y van unos cuantos, en su brillante palmarés.
