Era un partido especial y no defraudó. El sueño se hizo realidad. El aficionado mallorquín, fiel al espectáculo, llenó las gradas del Palau – ¡cuánto tiempo hacía que esto no ocurría! – para ver a Marc Gasol. Los asistentes tenían ganas –se notaba en el ambiente– y aprovechaban cualquier circunstancia para demostrar que habían venido a pasárselo bien. Con el paso de los minutos los aplausos dedicados a la leyenda del baloncesto español dejaron paso a las ovaciones a los jugadores inmobiliarios cuando realizaban acciones de mérito. En el cóctel del encuentro se mezclaron los ingredientes perfectos para que el resultado fuera el ideal: una estrella del baloncesto, un rival de categoría, un puñado de lances de buen juego, dosis de acciones espectaculares y mucha emoción. Y el resultado, el deseado, el soñado: la victoria ante el Bàsquet Girona. Un partido de los que hacen afición. Un partido que tiene que servir para que espectadores, que nunca esta temporada habían asistido a Son Moix, vuelvan y ayuden al Palmer Palma en su propósito de salvación (78-73).
Fue el triunfo de un grupo joven y entusiasta, más coral que nunca, con ganas e ilusión, consciente de que la ocasión no se podía dejar escapar en el mejor escenario posible, con el pabellón a rebosar, ante un equipo veterano, excesivamente desacertado (26/74 en tiros de campo), exageradamente dependiente de su estrella, que sí cumplió (27 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 38 de valoración) y que, cuando se vio con el agua al cuello, lo intentó, pero que llegó tarde y no pudo alargar su buena racha de resultados.
Un partido redondo, que puede desembocar en una jornada perfecta si este domingo el Prat pierde en la cancha del Cáceres. Una vez más Tomàs y Pérez tuvieron que afrontar el choque con solo siete jugadores a los que se les unió Peñarroya, recuperado de su lesión, y tuvieron que lidiar con el cansancio y las faltas que iban acumulando sus pupilos. En la primera parte el Palmer, muy activo en defensa dificultando la circulación de balón de su rival, se mostró como un colectivo, todos los jugadores aportaron y la anotación se repartió. Kostadinov fue el local más destacado y Gasol, que sumó 20 puntos y que castigó a Pavelka con sus triples jugando muy abierto, lo hizo como visitante.
En el tercer período se cimentó la victoria isleña. Cosialls se apuntó al carro anotador y Brown y Figueras lideraron a los suyos en ataque. Consiguieron una diferencia de +12 (61-49), pero Vila con 5 puntos seguidos taponó la herida: 61-54.
El Girona, muy errático, inició el cuarto definitivo sin reaccionar. Faltando 4 minutos el Palmer vencía por 69-58. La victoria estaba cerca. Los visitantes buscaban a Gasol en el poste bajo para generar anotación. Restaban 3 minutos (69-61) y los locales necesitaban jugar con el marcador. No lo hicieron. Nervios. Miedo a ganar. Después de un parcial de 0-8, Figueras rompió la sequía anotadora, pero un triple de Urtasun y dos tiros libres de Jawara empataron a 71.
A falta de 28 segundos, después de una canasta nuevamente de Urtasun, el marcador reflejaba empate a 73. Y cuando restaban 6 segundos el éxtasis se adueñó de las gradas del Palau: Figueras – se lo merecía – anotó el triple ganador (76-73). Sabat erró sus dos tiros libres, Girona no pudo anotar más y Brown cerró el partido con dos tiros de personal: 78-73. El Palmer acababa de vencer al Girona de Gasol ante una afición que llenó las gradas y que agradeció el esfuerzo de los suyos.
Ficha técnica
78 - Palmer Alma Mediterránea Palma: Elijah Brown (17), Pol Figueras (17), Robert Cosialls (4), Joan Feliu (5), Tomas Pavelka (6). También jugaron Wes Van Beck (12), Marc Peñarroya (0), Kostas Kostadinov (17).
78 - 73Bàsquet Girona: Txemi Urtasun (9), Maxi Fjellerup (4), Karamo Jawara (11), Josep Franch (0), Marc Gasol (27). También jugaron Albert Sabat (10), Eric Vila (6), Mads Bonde (0), Kaspars Vecvagars (0), Jaume Sorolla (4), Gerard Sevillano (2).
Parciales: 26-24, 15-16, 20-14, 17-19.
Árbitros: Lucas de Lucas, Carrera Rosdevall y Ortiz Jaen. Eliminado por faltas personales Cosialls.
