Pues si el Mundial-2020, víctima de la pandemia, víctima de la lesión del gran, del inmenso, Marc Márquez (Honda), víctima de tener que repetir carreras en un mismo circuito, fue el escenario donde hubo más vencedores que nunca, hasta nueve (Joan Mir, Franco Morbidelli, Álex Rins, Andrea Dovizioso, Maverick Viñales, Fabio Quartararo, Miguel Oliveira, Brad Binder y Danilo Petrucci), el campeonato de este año parece que, si no lo remedia ‘Magic’ Marc, va a volver a tener un puñado de ganadores brillantes, pues la carrera inaugural de ayer, en Losail (Catar), ganada de forma impresionante, ¡por fin!, por un Viñales arrollador, pese a su mala salida, dio la impresión de que tenía en su interior, es decir, en el grupo cabecero a un montón, de nuevo, de candidatos a la victoria.

Viñales, que se pasó los últimos meses del 2020 y primeros de este año viviendo en Doha y entrenándose en el trazado de Losail, protagonizó ayer una victoria primorosa y, sobre todo, importantísima para él, su equipo, que ha incorporado al temible ‘Diablo’ Fabio Quartararo para meterle miedo, y su candidatura al título de MotoGP: Tras una mala salida ¡jamás sale bien!, ‘MVK’ remontó de forma brillante, poco a poco, paso a paso, a la estela de Quartararo y, cuando tuvo a ‘Pecco’ Bagnaia, Johan Zarco y Jack Miller, las tres poderosas Ducati, a tiro, se los merendó de un bocado.

Y, a partir de ahí, Viñales volvió a ser ‘MVK’, volvió a ser el piloto eficaz, contundente y ganador que asoma en test y entrenamientos. Y, de esta manera, una Yamaha ganaba en el reino de Ducati.

Joan Mir, sobre su Suzuki, ayer en el circuito de Losail. | MOTOGP

El podio, cómo no, lo completaron, gracias a su impresionante motor, dos Ducati ‘Desmosedici’, en efecto, las de Zarco y Bagnaia, que fulminaron al mallorquín Joan Mir (Suzuki), el campeón que recuperó terreno, saliendo desde la décima posición y, en la última recta, en los últimos metros, el campeonísimo fue fulminado por las Ducati de Zarco y Bagnaia, dos misiles, que no pudieron ganar pero sí completar el podio como mosqueteros de Viñales, el gran vencedor. Es evidente que, pese a ese segundo y tercer puesto, esa plata y ese bronce, a Ducati y, muy especialmente, a su nuevo ‘jefe’ Jack Miller, el primer GP sabe a derrota, pues no olvidemos que el piloto que no quisieron renovar, el italiano Andrea Dovizioso, había ganado en el 2019 y 2018.

«Me siento el hombre más feliz del mundo en estos momentos y no solo porque he ganado la primera carrera del año sino porque, como ya todo el mundo sabe, voy a ser papa», empezó diciendo Viñales que, por vez primera, en los últimos cinco años es líder del Mundial de MotoGP. «La verdad es que el inicio de carrera ha sido un desastre porque mi Yamaha se ha levantado de la rueda delantera y todo se me ha complicado, pero sabía que tenía potencia, sabía que tenía moto para remontar y pelear y sabía que los neumáticos, si los mimaba, me llevarían al podio. Y, sí, he ido poco a poco al inicio y, al final, he podido escaparme. Estoy, de verdad, muy contento de la manera que he ganado».

Por su parte Joan Mir, logró pasar a las Ducati de Pecco Bagnaia y Johann Zarco antes de encarar la recta de meta del Circuito de Losail, y cuando parecía que la segunda posición de la carrera sería suya, las dos Desmodedici de sus rivales le pasaron como un obús antes de cruzar la línea de meta, desplazando al mallorquín fuera del podio. Un fallo en la última curva de la carrera y el potente motor de las Ducati en la recta de meta le hizo perder el podio, teniendo que conformarse con una cuarta plaza con la que enseñó los dientes.