Rafel Nadal inicia hoy su andadura en el torneo ATP 500 de Pekín ante el italiano Paolo Lorenzi, con el objetivo de lograr su tercer título en la capital china y acercarse un poco más al Masters de Londres. El mallorquín vuelve al circuito tras el US Open, donde cayó eliminado en la ronda de octavos de final ante el francés Lucas Pouille. Después de brillar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, los resultados no han sido excesivamente positivos y ahora necesita sumar puntos.

Tras su paso por la Copa Davis ante la India, el manacorí afronta ahora el tramo final de campaña con el objetivo de cosechar unos resultados positivos en la gira asiática y clasificarse para la cita de ´maestros´ que se celebra del 13 al 20 de noviembre. En este sentido, el manacorí ocupa la octava posición en la clasificación del año con 3.200 puntos, la última plaza que otorga el billete para Londres. Por detrás de él figuran el checo Tomas Berdych, con 2.870 puntos y el croata Marin Cilic, con 2.400 puntos, por lo que no se puede despistar, aunque sus dos predecesores en la tabla, el austriaco Dominic Thime y el francés Gael Monfils no están lejos.

Nadal, número cuatro del ránking mundial, parte como segundo cabeza de serie y disputará su primer duelo en Pekín ante el italiano Paolo Lorenzi, rival al que le ha ganado en los dos partidos disputados entre ambos, el último de ellos en los cuartos de final del torneo de Buenos Aires de este mismo año sobre tierra batida (7-6, 6-2).

En caso de superar este primer choque, el camino no presenta grandes dificultades hasta las semifinales para el campeón de catorce grandes, aunque en cuartos podría tener su revancha con Lucas Pouille, previo a una teórica semifinal con el ´cañonero´ canadiense Milos Raonic. Por el otro lado del cuadro va el primer cabeza de serie, el escocés Andy Murray.

Pekín trae grandes recuerdos al balear, que conquistó el torneo en 2005 ante el argentino Guillermo Coria y que tres años después lograría el oro olímpico al superar al chileno Fernando González. Además, ha sido finalista el año pasado y en 2013, cayendo en ambas ocasiones con el serbio Novak Djokovic, gran ausente por problemas en el codo.

Nadal criticó ayer la propuesta de la Federación Internacional de instaurar un ´super tie-break´ en el tercer set. "No me parece una buena idea. El tenis se ha regido desde siempre bajo unos mismos parámetros y sería romper con la esencia", señaló.