Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) logró ayer en el circuito de Suzuka una espectacular victoria en el Gran Premio de Japón de Fórmula Uno, al acabar por delante de los dos pilotos de Renault, el italiano Giancarlo Fisichella, que fue superado en la última vuelta, y el español Fernando Alonso, ya campeón mundial y que terminó enfadado.

El finlandés, que partió desde la decimoséptima posición de la formación de salida, y tras protagonizar una carrera memorable, logró el triunfo en la última vuelta, en la que superó al hasta entonces líder y que parecía tener el triunfo en el bolsillo. Fisichella fracasó en la ocasión de reivindicarse ante su escudería.

Alonso, campeón de forma matemática desde Brasil (25 de septiembre) y que lo recordaba con unas botas doradas, fue tercero tras remontar desde la decimosexta plaza. El asturiano alcanzó el podio tras superar a cinco vueltas al australiano Mark Webber (Williams-BMW) en una carrera en la que tuvo trabajo, que resolvió pese a que su equipo no estuvo acertado.

Acabó enfadado porque todo lo que ganaba en los numerosos adelantamientos que tuvo que protagonizar lo perdía en las paradas para repostar, a su juicio elegidas en mal momento, o en alguna otra decisión no de su agrado. Y todo ello en una carrera en la que, a su juicio, disponía de un coche mejor que Kimi.

Raikkonen se hizo con la novena victoria de su carrera y la séptima del año, por lo que supera en un triunfo a Alonso, que visitó por decimocuarta vez en 2005 el podio. La carrera del finés fue espectacular. Arrancó de atrás sin suerte por la lluvia y no por los diez puestos que tendría que haber perdido por cambiar el motor.

El asturiano contra su equipo

En la salida, Kimi ganó cinco plazas para situarse duodécimo en el primer giro. Luego se puso a la estela del alemán Michael Schumacher (Ferrari) y de Alonso, que protagonizaron hasta por dos veces un duelo que resolvió el español.

El escandinavo rodó al límite, sin cometer errores, y superó a sus rivales con adelantamientos o con bien elegidas paradas. ´Fisico´ hizo cuanto pudo, incluso rozando la ilegalidad, por evitar que lo superase, pero éste no tuvo piedad y lo pasó en la primera curva para llegar victorioso por primera vez en Japón.

Alonso todo lo que ganaba en la pista lo perdía en los repostajes o en otras decisiones precipitadas. El primer episodio se produjo en la séptima vuelta, en la que trataba de superar Chrtistian Klien (Red Bull Racing). Se saltó la variante y tuvo que dejarse superar por el austríaco para no ser penalizado. Pero a la segunda sí lo consiguió con facilidad, pero el equipo le obligó a dejarse superar, cuando ya se marchaba.

Después, el equipo elegía mal el momento de los repostajes. En el primero de ellos, cuando marchaba cuarto, Alonso se encontró demasiado tráfico en la calle de garajes, con lo que los puestos ganados en la pista los perdía al regresar a ella. Y un tanto de lo mismo sucedió en su segunda parada, en la que siempre regresaba al trazado después de los hombres de cabeza.