Tres B y una C

Homenatge a Beethoven ★★★★

• Mariona Camats, violonchelo
• Eudald Buch, piano
• Obras de Bach y Beethoven
• Auditori del Conservatori de Felanitx
• 24/05/24

B de Bach, B de Beethoven y B de Buch. La C es de Camats. Mariona Camats es una de las jóvenes violonchelistas catalanas más talentosas y una de las que tienen el futuro más prometedor. Hoy residente en Basilea y antes becada por la Fundació Pau Casals, ha tenido en sus manos uno de los instrumentos del gran maestro. Casi nada, pues no es fácil ser depositaria de una joya como la que Casals utilizaba para expresar su amor hacia la música y, en concreto, la de Bach.

Por otra parte, Eudald Buch también es una realidad, nada de joven promesa. Es un pianista dotado de una solidez envidiosa que bien puede conectarnos con el barroco como hacernos vibrar con el romanticismo más profundo. Envidiable.

Pues bien, esos dos músicos de primera fila estuvieron en Mallorca para dar su propio homenaje a Beethoven, invitados por el ayuntamiento de Felanitx. Y lo hicieron a través de un recital en el Auditorio del Conservatorio felanitxer la noche del pasado viernes.

Sesión memorable, de las que no se olvidan. Y, además, con un programa muy bien pensado, que nos llevó de un preludio coral y una sonata de Bach a unas variaciones y a otra sonata de Beethoven, todo de forma que parecía simple, pues con su saber estar y su musicalidad el cambio de paradigma sonó sin traumas, como si fuera lo más natural del mundo. B de Bach, de Beethoven y de Buch y todo ello, gramatical y musicalmente adornado con una C de Camats. Eudald y Mariona sedujeron con su técnica, impecable, pero y sobre todo por su manera de afrontar la música. Bach primero y luego Beethoven sonaron nuevos, delicados a veces, pero también enérgicos, siempre profundos. Una delicia, una maravilla sonora inolvidable.

Gran tributo al maestro de Bonn, pues el concierto se presentó como una manera de recordar al músico alemán en el segundo centenario del estreno de su Novena Sinfonía.

De Eudald Buch ya conocíamos en directo sus dotes musicales, pues esta era la tercera vez que venía a la isla (Valldemossa primero y Cala Rajada después), pero de Marina Camats solamente conocíamos su buen hacer de oídas y, hay que decirlo, deseamos que vuelva. Recojan el guante los programadores pues estamos ante una de las instrumentistas más importantes de su generación. Tanto uno como otra darán que hablar, o mejor dicho, ya dan que hablar. Y para bien.

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