Abraham Juárez recupera la «apasionante» vida del faraón Ramsés III en su segunda novela

El escritor residente en Mallorca vuelve al antiguo Egipto en ‘La conjura del harén’ (Espasa), tras haber ganado el Premio Edhasa Narrativas Históricas con ‘La faraona oculta’ en 2022

Juárez se declara apasionado de la cultura egipcia, que le ha inspirado para sus dos libros. |  JOAN CORTADELLAS

Juárez se declara apasionado de la cultura egipcia, que le ha inspirado para sus dos libros. | JOAN CORTADELLAS / Montse Terrasa

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Sorprende que Abraham Juárez nunca haya pisado Egipto. Y sorprende porque es un apasionado de la cultura egipcia y tiene publicadas dos novelas que mezclan su historia con ficción: La faraona oculta, con la que ganó el Premio Edhasa Narrativas Históricas en 2022, y La conjura del harén, publicada este año por Espasa. En su defensa por no haber viajado a la tierra de los faraones, este escritor residente en Mallorca alega que tiene «bastante idealizada» la cultura de Egipto. «Temo decepcionarme. Y prefiero conservar en la memoria lo que yo creo que fue», explica.

En La conjura del harén, Juárez viaja al siglo XI antes de Cristo y recupera a Ramsés III, al que considera uno de los diez grandes faraones y con una vida «lo suficientemente apasionante como para dedicarle un libro». Dice de este rey que es «el gran desconocido». «Todo el mundo conoce el nombre de los faraones de las tres pirámides, se conoce el nombre de Ramsés II porque fue el gran constructor y el que ordenó hacer el templo de Abu Simbel, se conoce a Akenatón por el cisma monoteísta y Ramsés III ha quedado en un segundo plano», lamenta Juárez.

Por ello, además de hablar del expolio de tumbas, conspiraciones dentro de palacio y de magia en el antiguo Egipto, en La conjura del harén se centra en lo que él define como «el drama familiar» de Ramsés III, quien gobernó durante 38 años y murió degollado, como se constató en 2012 tras realizarle una tomografía, recuerda el escritor. «Tuvo dos esposas al mismo tiempo con el problema que eso conllevaba, porque cada una de las dos esposas le dio un hijo y hubo una lucha de poder por ver quién era el que tenía que heredar el trono», explica el escritor, residente en Mallorca.

Pero de Ramsés III, Juárez destaca muchas otras cosas: "Tuvo que hacer frente a una de las grandes batallas de la historia, de la que tampoco se ha hablado mucho, que fue la invasión de los pueblos del mar. Después tuvo que sufrir la primera batalla naval registrada de la historia -Egipto no tenía tradición naval y lo atacaron a través del Delta- y él tuvo que hacer frente y ganó. También afrontó la primera huelga documentada de la historia, que también lo hicieron los trabajadores de Deir el-Medina [constructores de tumbas]. Y luego tuvo el drama familiar de tener dos esposas al mismo tiempo con el problema que eso conllevaba».

La conjura del harén deja claro que «en Egipto, la mujer tenía un papel tan importante como el del hombre, no había discriminación de ningún tipo, eso está documentado. Las mujeres tenían derecho a ser autónomas tanto en el terreno sentimental como en el terreno económico. Ellas podían heredar de sus padres, podían transmitir su herencia, podían ser madres solteras sin que eso supusiera ningún tipo de crítica. Y bueno, en definitiva eran mujeres muy libres. Al contrario de lo que en esa misma época ocurría en Grecia o en Roma, por ejemplo».

El escritor incide en que hoy día se utiliza la palabra harén con un significado incorrecto, herencia de los ‘lugares cerrados’ del Imperio otomano. «En Egipto, el harén estaba formado por mujeres elegidas por su belleza, pero a las que se sometía a un proceso de culturización y de preparación, porque, claro, no estaban para atender a un hombre, sino que estaban para atender a un dios, a un dios viviente. Eran mujeres muy preparadas. No era lo que podíamos entender hoy como una prostituta, ni muchísimo menos», resalta el escritor. Y como relata su novela, el harén era «un sitio propicio para conspirar porque había más de una esposa que le daba hijos». Aunque Ramsés III no fue el primero que sufrió una conspiración a causa de este hecho, señala Juárez, «porque Pepi II también sufrió el mismo complot, fue un precedente».

La carrera literaria de Abraham Juárez comenzó cuando se jubiló y su primera novela logró ese reconocimiento de la editora Edhasa. Pero la fascinación por Egipto se remonta a su infancia, cuando leyó Sinuhé, el egipcio, de Mika Waltari.

Pese a que otros autores le descubrieron ese mundo, como escritor bebe directamente de estudios académicos para construir sus novelas, en las que incluye una guía de los personajes y las fuentes utilizadas.

Con La conjura del harén recientemente publicada, Abraham Juárez ya está esbozando la siguiente novela, también con una base histórica y con la que dará un salto en el tiempo hasta el siglo III d. C. Estará protagonizada por «una mujer muy potente y muy desconocida, va a ser una sorpresa». Y también adelanta que el escenario principal no será Egipto, aunque sí aparecerá.

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