Festival Paco de Lucía: Antón Cortés, magia al llevar el flamenco al piano

El joven músico mallorquín quedó finalista en el Festival del Cante de las Minas, los Óscar del flamenco, cuando tenía 13 años, y ganó el reciente Got Talent: La batalla de los jueces

Actuará en el Festival Paco de Lucía el 9 de marzo y un día antes Miguel Poveda le entregará la beca Talento Joven, de la fundación del gran maestro de la guitarra

Raquel Galán

Raquel Galán

El Festival Internacional del Cante de las Minas, considerado los Óscar del flamenco, invitó al pianista mallorquín Antón Cortés cuando tenía 13 años y llegó a la final, por lo que se convirtió en el instrumentista más joven de la historia del certamen en alcanzar el podio. Lo sorprendente no solo era su corta edad, sino también que compuso él mismo la taranta que interpretó. Y ha aprendido «de forma autodidacta, de oído», dice Antón, que tocó un teclado «por primera vez a los ocho años».

Su madre, Ángela, «encontró uno de juguete cerca de casa junto a un contenedor de basura. Esa misma noche no paré de probar y al día siguiente empecé a buscar pianistas en internet. Hasta aquel momento no sabía quiénes eran Chopin ni Beethoven», recuerda quien ahora tiene 16 años y hace un mes ganó el popular concurso televisivo Got Talent: La batalla de los jueces. El 9 de marzo actuará en el Festival Paco de Lucía y las entradas ya se han agotado.

Las notas del gran maestro de la guitarra y el cante de Camarón le sonaban desde muy pequeño. «Mis padres los escuchaban, por lo que empecé a interesarme en su música y adaptarla al piano. Al principio era complicadísimo trasladar la esencia del flamenco al teclado», como afirma uno de los pocos instrumentistas que lo ha logrado.

Antón Cortés al piano

Antón Cortés al piano / DM

Sentimiento y expresión

Su padrino, Fernando Peguero, quien le regaló el piano de cola con el que practica cada día mañana y tarde, explica que «su dificultad radica en la parte rítmica, porque cada palo [estilos del flamenco] se siente y expresa de forma distinta, y eso es lo que ha trasladado. Se ha nutrido de los grandes maestros de la guitarra y ha sabido transmitirlo al piano», según sus palabras.

Cuando Antón aún tenía ocho años, comenzó a sacar de oído composiciones de clásicos como Chopin, Beethoven y Debussy, del que le encanta Claro de luna; y contemporáneos, sobre todo Ludovico Einaudi. Sus padres le alquilaron un teclado digital y unos meses después se presentó al concurso Mallorca Talent, que organizaban el Conservatorio y Musicasa. Interpretó Divenire, del compositor italiano, y ganó con nueve años en la categoría junior absoluto. La familia cuenta como anécdota que «el jurado supo que era autodidacta después de su elección y no se lo podía creer».

Al corroborar que tenía ese talento, sus progenitores le buscaron un profesor para darle clases pero tras varios intentos, ninguno se comprometió, ya que era «como hacerlo a la reencarnación de un clásico», según les reconoció la primera a la que acudieron. «Para tratar de entenderlo, imagina que un niño de nueve años que lleva seis meses tocando el piano lo hace como si hubiera practicado más de una década», compara el padrino de Antón.

El mallorquín Antón Cortés, de 16 años, empieza a ser considerado uno de los mejores pianistas de flamenco del mundo. | GUILLEM BOSCH

El mallorquín Antón Cortés, de 16 años, empieza a ser considerado uno de los mejores pianistas de flamenco del mundo. / Guillem Bosch

Del juego al idioma

El joven músico explica que «antes del concurso era como un juego, pero después ya parecía algo serio. Me di cuenta además de que la música es un idioma». Fue en esa época cuando empezó a centrarse en el flamenco y tratar de transmitirlo con duende, que para él «es lo que hace que se te ponga la piel de gallina al sentir lo que el intérprete quiere expresar», tal como ejemplifica.

Durante las mañanas iba a la escuela, como cualquier niño de su edad, y por las tardes se sentaba al teclado para practicar por su cuenta con lo que encontraba por internet e incluso se animaba a componer sus propios temas, como empezó a hacer un par de años después de sus inicios musicales.

Algunas veces colgaba vídeos en YouTube y un día, con 12 años, Got Talent se puso en contacto con él por primera vez para que participase. Después de bordar Bronce gitano, de Sabicas, y dejar boquiabierto al juez Risto Mejide, que le dio el pase de oro, Antón Cortés comenzó una meteórica carrera.

Su virtuosismo le llevó a tocar con maestros de la talla de Jorge Pardo y Carles Benavent, y está participando en festivales de gran prestigio por toda Europa, en Berlín, Cerdeña, Milán, Madrid y Valencia, donde fue invitado el pasado verano por la reconocida Berklee School of Music. En 2023 también recibió el premio de la Venencia Flamenca y empieza a ser considerado, a sus 16 años, uno de los mejores pianistas de flamenco del mundo.

Se ha dado cuenta de ello el Festival Paco de Lucía, que le ha otorgado la beca recién creada al Talento Joven. Antón la recibirá un día antes de su concierto de manos de otro grande del género, el cantaor Miguel Poveda.

«Vivimos día a día algo que nos cuesta entender. Con él creo en la magia, porque es pura magia», confiesa su padre, Santos Cortés, aunque «lo más importante» para quienes más quieren a Antón es «que continúe disfrutando con lo que hace», concluye.

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