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Las Migas: "A Paco de Lucía tampoco le regalaron nada, fue incansable, hasta el final"

El cuarteto, formado por mujeres guerreras y viajeras, ganadoras de un Grammy Latino por 'Libres', actuará el 31 de enero en el Teatre Principal de Palma, en la apertura de la tercera edición del Festival Paco de Lucía Mallorca

Marta Robles, la única fundadora de la banda que permanece en activo y que en 2024 cumplirá 20 años de carrera, desvela en esta entrevista en qué trabaja el grupo actualmente y hace balance del camino recorrido

Las Migas

Las Migas / Analía López

¿Qué significa para Las Migas abrir un festival como el Paco de Lucía Mallorca?

Palma es una ciudad que siempre se nos resiste un poco. Así que por un lado estamos muy felices de poder actuar en Mallorca, y por otro lado, Paco de Lucía es para nosotras un referente absoluto. Las Migas es un grupo en el que la guitarra es muy importante. Que se nos dé esta oportunidad de abrir el festival supone un orgullo. Estoy ilusionada, de hecho llevo varios días pensando qué podemos hacer en Palma en homenaje a Paco, porque tampoco hacemos mucha música instrumental. Así que alguna cosita nos tendremos que inventar. Este festival es un regalo de fin de gira y principio de lo que viene.

¿Qué camino les abrió el Maestro Paco de Lucía?

Por encima de todo Las Migas admiramos la magia de su música. No hay composición de Paco que no sea mágica. También la originalidad, que la tuvo siempre. A veces parece que para mantener las cosas hay que dejarlas tal como están, y eso es una equivocación. Para mantener las cosas tradicionales que apreciamos lo que hay que hacer es seguir creando, innovando, para que eso no muera. Paco de Lucía fue fundamental en ese camino. También valoramos su capacidad de trabajo, tampoco le regalaron nada, fue incansable, hasta el final.

¿Por qué se les resiste Palma?

Pues no lo sé. Hemos ido poco en los últimos años, y mira que nos gusta ir a Balears. Yo ya soy medio menorquina, vivo entre Barcelona y Menorca. Y además nuestro técnico, Joan Fornés, es de Muro.

Las Migas es una banda que no deja de derribar muros.

A nosotros no nos gusta mucho colgarnos medallas pero es cierto que hemos derribado muros, hemos llevado el flamenco, nuestro flamenco, que es muy personal, a públicos que en principio estaban muy cerrados a esa música más tradicional. Creo que lo hicimos desde el principio y además de una manera muy inconsciente. Nosotras no entendíamos de esos purismos o de ese rechazo que podía haber al flamenco fuera del sur. También hemos derribado otro tipo de muros: el ser mujeres en el mundo del flamenco, que quizás a veces todavía pertenece demasiado a los hombres. Cuando empezamos no había bandas femeninas, no solo en el flamenco, en casi ningún estilo. Poco a poco han ido apareciendo muchas más. Quiero creer que hemos ayudado un poquito y hemos puesto nuestro granito de arena para que las chicas, las adolescentes, las niñas que estudian música, vean que se puede ser mujer, estar en una banda y vivir de ello.

¿Fueron duros los inicios?

No, porque éramos mujeres muy fuertes, muy seguras de nuestra música, de nosotras mismas. Creo que es más duro cuando uno camina solo en este mundo. Si quieres ser guitarrista flamenca, por ejemplo, estás muy sola, en muchos ambientes, caminos, proyectos… Para nosotras fue y siempre lo ha sido algo muy natural. No hemos tenido que luchar contra hombres para tener ese hueco. A lo mejor la originalidad de ser una banda femenina nos ha ayudado, al ser algo diferente y curioso. En lo que hay que luchar es en los festivales, en que se iguale la propuesta masculina y femenina. Cualquier cartel de festival, de flamenco, pop o jazz, están llenos de propuestas masculinas y hay un porcentaje todavía muy bajo de mujeres. Esto es lo que más me duele y por lo que luchamos.

No sé quién decía que un escritor no valiente es como un torero cobarde que se ha equivocado de oficio. ¿Sucede lo mismo con un músico?

Hay muchos músicos que dejan de dedicarse a su pasión, los conciertos, en los momentos en que las cosas se ponen difíciles. Puede ser por falta de valentía, cansancio… es difícil ser músico en España. A mí me apena mucho cuando veo que hay músicos muy buenos que deciden dedicar su carrera a la enseñanza, por ejemplo, que también está muy bien, pero sería compatible. Hay que tocar, crear, componer… En este sentido nosotras sí hemos sido valientes porque ahora en 2024 cumplimos 20 años de carrera y no todo ha sido tan bueno como ahora. Hemos atravesado por momentos muy difíciles, duros, en los que no nos funcionaban las cosas tan bien, y ahí es donde fuimos valientes y dijimos: vamos a seguir adelante porque creemos en esto.

¿Cuáles fueron esos momentos muy duros?

Los más difíciles han sido los cambios de cantante, que hemos tenido varios. Duro fue sobre todo el primero, cuando se fue Sílvia Pérez Cruz, que era nuestra voz, llevaba siete años con nosotras, y decidió hacer su proyecto como solista, totalmente acertado por su parte. Pero para nosotras fue muy difícil porque no sabíamos qué hacer. Ese fue el primer bache que superamos. Luego llegaron cambios de discográfica, de estilo, quizá nos equivocamos y nos metimos en una música que no era la que queríamos pero es por donde nos habían llevado… Es que los músicos, por lo menos yo, somos muy dudosos. Todo el rato crees que lo estás haciendo fatal y al final solo cuando llega el reconocimiento te relajas. No sabes si te estás equivocando, si la canción es bonita o no. Yo ahora, que estamos creando el disco nuevo, prácticamente no duermo, estoy toda la noche dándole vueltas a cada tema. Es un horror. Con el último disco, que ha tenido tantos reconocimientos, la gente me dice: bueno, ahora ya te puedes relajar. Y creo que es peor, porque ahora el listón está más alto y además yo conmigo misma digo: ¿y ahora qué hago? Es difícil ser original, reinventarse, pero al final es lo que hacemos y siempre sale bien.

¿Siempre se han sentido libres o les han intentado dirigir en alguna ocasión?

Nos han intentado dirigir, con mucho cariño, en alguna ocasión. Gente que confía en nosotras y que ha visto un potencial y lo ha dado todo para que nosotras triunfáramos, y quizá nos equivocamos, porque Las Migas no es un proyecto para triunfar así de pronto, sino que es un proyecto a largo plazo, la nuestra es una música muy personal, que no tiene porque gustarle a todo el mundo. Pero son intentos que recuerdo con mucho cariño porque hemos tenido equipos de trabajo super buenos. También ha habido momentos en los que nos han intentado atrapar, de manera discográfica, es decir, no te quiero dejar marchar, y eso sí que no lo he entendido bien, porque en la música, todos los que nos dedicamos a esto, deberíamos tener claro que hay que estar bien donde uno está, y no porque tengas un contrato, una cláusula o algo que no has leído o no has entendido bien tu carrera tenga que ir por donde tú no quieres.

¿Es Libres su trabajo más luminoso, alegre y arriesgado?

Libres ha marcado un antes y un después. Ha sido un disco que hemos creado con mucho cariño, muchísimo trabajo, mucha libertad. Dijimos: vamos a hacer lo que queremos, vamos a dejar atrás las expectativas, lo que pensamos que le gusta a la gente, y gracias también al parón que tuvimos con la pandemia y disponer de mucho tiempo libre nos dejamos llevar por sitios, por paisajes y colores que ahora lo miro y me resulta muy bonito. Fue un trabajo muy bonito, del que estoy super orgullosa, tanto de lo que hice yo como productora como de lo que hizo Oriol Riart, mi pareja, que produjo el disco conmigo. Un trabajo que hicimos con todo nuestro amor.

Las Migas

Las Migas / Analía López

¿Repetirá como productora en el próximo disco de Las Migas?

Estamos repitiendo los dos, Oriol y yo, encerrados, con los ordenadores y gritando (risas). Hemos repetido también con el equipo de Sevilla, porque el resultado fue impecable a nivel técnico y profesional. Cuando te metes con un disco es muy importante contar con gente muy preparada, de lo contrario todo es difícil, lento. A ver si a nivel creativo llegamos tan lejos con este nuevo disco como con Libres. Yo creo que sí, estoy muy feliz con estas canciones.

¿Qué puede desvelar de ese nuevo disco?

Que es un disco un poco más marchoso que Libres, que tiene mucha rumba, un género que nosotras siempre hemos tocado pero un poco de lado. Ahora nos gusta mucho que la gente nos baile, así que estamos dedicando este disco a ese público con ganas de bailar las canciones de Las Migas. Con Libres hemos dedicado nuestro mensaje a la libertad de la mujer y con este nuevo disco nos queremos centrar en la igualdad de las mujeres músicas. Vienen generaciones detrás con mucha potencia pero esas niñas y mujeres necesitan tener espacio porque si no se les corta un poco el rollo. Queremos que esas mujeres sientan que pueden participar siempre que quieran en Las Migas y ampliar así la familia. Ya que hemos conseguido tantas cosas también creo que tenemos que ser generosas y devolver lo que se nos ha dado.

Miga a miga se han comido todo el pan. ¿Atraviesan Las Migas su mejor momento?

Sí. Yo soy la única que ha estado durante estos 20 años y he vivido momentos maravillosos en todas las etapas. A nivel profesional, musical, cómo se nos entiende y cómo se nos escucha, estamos en nuestro mejor momento. Y lo hemos conseguido nosotras mismas, no ha habido ningún golpe de suerte, en ningún momento. Simplemente, hemos trabajado tan duro, no solo en los momentos malos, y hemos aprovechado episodios, como el de los premios, para seguir creciendo. No nos hemos relajado ni un minuto.

¿Sospechaban que el Latin Grammy que finalmente les concedieron en 2022 estaba cerca?

No. Llegamos a decir: no vamos, para qué vamos a ir si no vamos a ganar. No sabíamos que los Latin Grammy, con un proyecto autoeditado, se podía ganar. Pensábamos que era algo de grandes multinacionales. De pronto nos encontramos esa sorpresa y fue muy bonito, todo lo que sentimos, todo lo que pasó esos días… El Grammy ha sido un regalazo. Pero también es algo grande que nos tenía que pasar.

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