El mundo de la música llora la muerte de Joan Moll, pianista de "técnica impecable" y figura "comprometida con la cultura"

Amigos como Parera Fons, Joan Company o Biel Mesquida, entre otros, recuerdan al músico y docente palmesano

El pianista Joan Moll

El pianista Joan Moll / DM

La muerte del pianista Joan Moll ha dejado consternados a quienes le conocieron y a los melómanos que le siguieron en su larga carrera.

Antoni Parera Fons

“Amaba la música”, ha subrayado Antoni Parera Fons desde Barcelona al enterarse de su fallecimiento. “Era una gran persona y un gran defensor del repertorio de los compositores de Baleares. Dio clases a diferentes generaciones de pianistas y todos hablaron siempre bien de él”, ha añadido con tristeza el Premio Nacional de Música 2016.

Antoni Parera Fons

Antoni Parera Fons / .

Agustí Aguiló

Dio su vida a la música”, afirma Agustí Aguiló. El que fuera violinista de la Orquestra Simfònica de Balears (OSB) siempre le recordará por su “técnica impecable” al piano, por ser un “gran comentarista” y por su faceta de pedagogo, no solo con grandes intérpretes, “los pianistas más sobresalientes de Mallorca pasaron por sus manos”, también como profesor del Instituto Ramon Llull “en los tiempos del BUP”.

Gori Marcús

“Siento muchísimo su pérdida”, ha confesado el exgerente de la Simfònica, Gori Marcús, quien trató con Moll durante su etapa como presidente de la comisión artística de la OSB. “Siempre fue polémico, en el buen sentido de la palabra, crítico y tremendamente constructivo”, reconoce el director de la Capella Oratoriana, con la que estuvo muy ligada. Además, Marcús ha querido subrayar su calidad como pianista: “Durante décadas fue nuestro mejor representante pianístico”, como demuestra el hecho de que diera conciertos en Alemania “cuando ningún otro músico mallorquín los daba”.

Gori Marcús, exgerente de la Simfònica

Gori Marcús, exgerente de la Simfònica / .

Joan Company

Fue un gran investigador, recopilador y divulgador de la producción pianística de Balears”, ha destacado el fundador del Grup de Corals de la UIB, Joan Company, quien mantuvo una estrecha amistad con Moll desde sus inicios musicales. “En el primer concierto de la Coral UIB en el Auditorium con la Orquestra Ciutat de Palma, en 1978, dedicado a la Fantasía coral de Beethoven, contamos con Joan Moll como pianista”, apunta Company, quien recuerda que el fallecido músico fue cantaire de honor de la Coral UIB y donó todo su archivo musical a la Partituroteca de la UIB, fundada por el propio Company en 1996 con el fin de recuperar y divulgar el patrimonio musical de Balears.

Joan Company, exdirector de la Coral UIB

Joan Company, exdirector de la Coral UIB / Bernardo Arzayus

Rosa Capllonch

La presidenta del Festival Internacional Chopin de Valldemossa, Rosa Capllonch, define a Joan Moll como una persona “amable, culta, encantadora e inteligente”, y recuerda el emotivo homenaje que se le rindió en la Cartoixa, en la celda número 2, el mismo año en que dejó la junta directiva de la asociación del festival, en 2016. “Estuvo en la junta directiva primero como vocal y desde 1998 como secretario. Aquel homenaje fue muy bonito, con la participación de muchos de los que fueron sus alumnos, como Xavier Mut, Albert Díaz y Miquel Estelrich, entre otros. Además de participar como pianista en conciertos del festival, en agosto ofreció innumerables conciertos en la celda a partir de la década de los 70, después de regresar de Alemania”, comenta.

Rosa Capllonch, durante una rueda de prensa del Festival Chopin

Rosa Capllonch, durante una rueda de prensa del Festival Chopin / DM

Biel Mesquida

El poeta Biel Mesquida coincidió en la junta directiva del Festival Chopin: “Era afable, exquisito y sensible, y eso se reflejaba en su forma de interpretar. Ha sido uno de los mejores pianistas que he conocido. Hombre polifacético, fue un gran maestro y un gran divulgador. Nunca dejó de ser un socializador de la música”.

Biel Mesquida y Basilio Baltasar

Biel Mesquida y Basilio Baltasar / .

Basilio Baltasar

El escritor, periodista y editor Basilio Baltasar también trató con Moll, “una persona exquisita, un liberal tolerante, comprometido con la cultura y muy amigable”, de quien recuerda, especialmente, “los años en los que coincidimos en la Fundació ACA de Búger, donde grabó muchos de sus discos”.