ENTREVISTA

Miquel Adrover: «Al principio me sentía un pintor frustrado, por eso mis imágenes son pictóricas»

El Premio Nacional de Moda expone sus trabajos fotográficos en la Nitx de l’Art de Felanitx, «que es la cuna mallorquina del arte»

Miquel Adrover, fotografiado ante algunas de la obras que expone en Felanitx. |  P. ESTELRICH

Miquel Adrover, fotografiado ante algunas de la obras que expone en Felanitx. | P. ESTELRICH / Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

Pere Estelrich i Massutí

El que fuera Premio Nacional de Diseño de Moda en 2018, residente en Calonge, ha cambiado su manera de plasmar la vida hacia el terreno de la fotografía. Ahora expone parte de la serie Morts de set en Felanitx en el espacio Major 28 en el marco de la Nitx de l’Art.

¿Podemos decir que ha pasado de las telas al papel?

Es una forma curiosa de verlo, aunque en el fondo lo que he cambiado es la manera de comunicar. A través de la fotografía he encontrado una manera de expresarme y que además puedo hacer en solitario. En el diseño de ropa siempre dependes de otras personas que trabajan contigo, necesitas un equipo grande y en la fotografía puedo trabajar en solitario. Sigo utilizando telas, para fotografiarlas, para vestir con ellas maniquís o para mis autorretratos.

Ahora vivo solo, en el campo, cerca de Calonge y trabajo en un aljibe, con un solo punto de luz natural, que cambia según la época del año, claro. De hecho, me he tenido que hacer un calendario solar para saber cada día cuál será el ángulo que iluminará la estancia. Aquí mismo, en sus inicios, en los años setenta, vivió y trabajó Miquel Barceló.

La soledad y la naturaleza como fuente de inspiración.

Podríamos decirlo así, pues no participo para nada de la vida social. Veo a muy poca gente, trabajo con la única compañía de mi perro y de muchos gatos. Camino por el campo y no me interesa ni ir a Palma ni a otras urbanizaciones en las que hemos convertido la isla.

Sus fotografías tienen mucho de cuadros de pintura.

Al principio me sentía como un pintor frustrado, por este motivo mis imágenes son pictóricas. Pero no puedo considerarme solamente fotógrafo, ya que también monto los escenarios que luego plasmaré en un instante. He utilizado maniquíes pintados, reconvertidos, telas y espejos, hasta llegar a esos autorretratos diversos, algunos de los cuales podrán verse en Felanitx. Excepto a mí mismo, no he fotografiado personas, pues pienso que los modelos, de alguna manera, fingen, no son reales. Y con esas fotografías que me hago a mí, puedo transmitir mis sentimientos, mis emociones, en tiempo real y sin fingir nada de lo que no es. En alguna fotografía se me puede ver llorando, no fingiendo el llanto, sino llorando de verdad. Y eso no lo permite trabajar con otras personas.

¿Qué nos encontraremos en esa exposición ‘Morts de set’?

Una mínima parte de mi trabajo. Una selección de una de mis doscientas setenta series. Por tanto, lo que se expone es solamente una punta de lo que he realizado en esos ocho años que llevo en el mundo de la fotografía.

Ocho años muy fructíferos que le han llevado a exponer incluso en París.

Sí, he expuesto algunas veces en solitario, la primera hace cinco años en Santanyí, también he expuesto en ABA en Palma y en París formando parte de una colectiva, aunque en un futuro no muy lejano lo haré en solitario en la galería Balice. También estoy trabajando en un libro de autorretratos que aparecerá muy pronto y en el que he dedicado tres años de mi vida.

Viendo esa pequeña muestra, podemos hablar de un cierto barroquismo estético.

Cierto. Hace poco que he descubierto que el Barroco me seduce. Y si bien tengo muchos amigos artistas y muchos de ellos en Felanitx, que es la cuna mallorquina del arte, la historia de la pintura y del barroco en concreto los he descubierto hace poco. No hace tanto que entré en El Prado por primera vez, parece mentira, pero es así. Había oído hablar de Caravaggio y había visto las pinturas de temática religiosa en libros de mi familia, que era muy piadosa, pero nada más. En el Prado me emocioné, ver algo hecho hace cientos de años y que sea capaz de maravillarte tiene algo de mágico. Y me di cuenta que lo que había hecho hasta entonces, trabajar con ropa, no estaba tan lejos del Barroco, pues vi lo importante que eran los vestidos para pintores como Velázquez o Ribera. Para ellos, las telas de vestir eran casi un cuarenta por ciento del valor del cuadro. Incluso en un Cristo crucificado que lleva una sola pieza de tela, notas la importancia que tiene ese pequeño trapo, con unas arrugas que no están ahí por casualidad, sino que aportan y dicen algo. Impresionante. Hoy, el vestido no tiene esa función, en la red se ha convertido en algo ordinario. En este sentido me gusta más mirar hacia atrás.

Háblenos del título: ‘Mort de set’.

Tiene relación con los peces que aparecen en algunas de las fotografías. Esos peces, fuera del agua, mueren de sed. Incluso alguno de los que se muestran han muerto en mis brazos, como una morena a la que abrazo en un gesto que es el punto de luz de la imagen. Porque, digámoslo claro, para mí, en la pintura y en la fotografía, lo más importante es encontrar el punto de luz. La luz es la esencia del arte.

¿Qué cámaras utiliza?

Si pudiera utilizaría sistemas analógicos, pero hoy es imposible por complicado y por caro pues debes trabajar con laboratorios especializados. Así que utilizo cámaras digitales que, además, me permiten ver el resultado de forma inmediata. Esa inmediatez forma parte de lo efímero que tiene la fotografía.

¿Cómo se ve el mundo a través de un objetivo?

No veo el mundo real, sino el que yo mismo creo y que me gusta como artista, aunque debería matizar ese concepto, el de artista, que se ha devaluado mucho. Todos ponen el calificativo de artista en sus páginas de Instagram o Facebook. Cosa que me ofende pues el arte no es cualquier cosa, el arte debe ser curativo, en cierta manera.

¿Podemos decir que su etapa americana está cerrada?

No, nunca podré quitarme de encima lo que allí hice y aprendí. Me siento mallorquín neoyorquino. Volveré allí, sin duda. Y lo haré porque, entre otras cosas, me interesa la geopolítica.

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