Entrevista

Gaspar Noé, premio Master of Cinema del Atlàntida Mallorca Film Fest: «Hay que tener una buena idea para poder romper los esquemas»

«Las películas de Eloy de la Iglesia fueron escandalosas en su tiempo y ahora son clásicos del cine»

«Me gusta mucho la música de C. Tangana»

Belén Martínez-Lacaci

El director de ‘Love’, proyectada anoche en el Atlàntida Film Fest, recibió momentos antes el premio Master of Cinema de la 13 edición del festival de la mano del popular cantante C. Tangana, un gran admirador de sus películas

¿Cuál es el origen de su interés por el cine y qué le llevó a convertirse en director?

Mi madre era muy cinéfila, más que mi padre, y me llevaba muy seguido al cine. Mi primer recuerdo de haber visto una película que me impresionó en el cine fue en Buenos Aires, con seis o siete años, 2001: una odisea del espacio, de Kubrick. Me quedé fascinado y eso generó mi deseo de ver otras películas. Cuando uno tiene diez años quiere ver películas del estilo de James Bond. También me hizo muy adicto al cine tener un amigo del colegio con muchos miembros de su familia, como sus abuelos y sus tíos, trabajando como cajeros en un cine, por lo que podíamos pasar las tardes yendo de una sala a otra gratis. Nos veíamos dos o tres películas por día. Nos divertíamos mucho, era un mundo maravilloso. Mis padres se mudaron a París, donde había muchísimos cines, lo que hizo que mi adicción siguiera creciendo, aunque en aquel entonces ya tenía que pagar.

¿Cómo maneja las críticas y las reacciones fuertes que a menudo provocan sus películas?

Son divertidas. Fuertes no, tampoco hay que asustarse. Son parte de la promoción. Muchas de las películas que a mí más me han gustado en mi vida fueron medio odiadas en su tiempo. Como por ejemplo Taxi Driver o las de Buñuel. En París hice una retrospección y estuve viendo muchas de las de Eloy de la Iglesia, como El pico o La criatura. Fueron escandalosas en su tiempo y ahora son clásicos del cine.

Ha trabajado en diferentes géneros cinematográficos. ¿Tiene preferencia por alguno en particular y por qué?

De chico me gustaban las películas de terror y también me gusta mucho el cine experimental, los dramas psicológicos. Tengo un gusto bastante variado y amplio, pero sí que hay géneros que me gustan menos, como por ejemplo los westerns, las películas chinas de kung-fu o las de superhéroes de hoy en día, que no soporto. La película que ganó el Oscar el año pasado, Everything everywhere all at once, no me cayó bien. Me dolía la cabeza.

En algunas ocasiones, sus filmes han sido catalogados como transgresores y polémicos. ¿Cree que es importante desafiar las convenciones sociales y artísticas en el cine?

Si uno se fija en la historia del arte, de la literatura, de la pintura… a veces las cosas que rompen los esquemas de su tiempo son las que son inmediatamente valorizadas. No es una audacia romper los esquemas, todo el mundo busca romperlos. Lo que pasa es que hay tener una buena idea que te permita romperlos. Cuando uno lo hace bien, te terminan valorizando.

La estructura temporal es un elemento destacado en muchas de sus películas. ¿Qué le atrae de esta técnica narrativa y cómo la emplea para generar emociones específicas en el público?

El asunto de jugar con el tiempo en una película es muy natural. Cuando alguien piensa en su propio pasado, no lo piensa de forma lineal. Uno recuerda su infancia o un momento de su adolescencia por asociaciones que van para delante o hacia atrás. La memoria no es cronológica, sino como un laberinto que asocia diferentes puntos. En las películas está bien hacer un esfuerzo para romper la cronología de los eventos, sin perder al espectador, porque me parece más natural. Si cuentas algo que es una historia del pasado y que se rememora, sería ilógico que la persona lo recuerde de manera mecánica.

La película Love destaca por sus escenas de sexo explícitas. ¿Cómo aborda la representación de la sexualidad en el cine y cuál es su opinión sobre el papel del sexo en las películas?

Hay algunas que son simuladas, otras no. Cuando se podía simular se simulaba y cuando no, no. Hice la película con gente inteligente y todo el mundo estaba al tanto de qué tipo de película queríamos hacer y todo el mundo estaba de acuerdo con lo que queríamos hacer. Grabar esa película en Estados Unidos hubiera sido más difícil. No existía el coordinador de intimidad en esa época, se creó después del movimiento Me Too. En la industria del cine erótico, incluso en las películas con menos presupuesto, se hacen contratos muy detallados para que nadie se sienta ofendido de lo que pueda pasar. Todo el mundo se cuida mucho de que no haya hechos acusables en una filmación.

Muchas de sus creaciones presentan una visión cruda y visceral de la realidad. ¿Cuál es su opinión sobre el papel del cine en la exploración de aspectos más oscuros de la vida humana?

Los aspectos más oscuros son difíciles de poner en una pantalla. La gente no es oscura, tiene sangre dentro, es de carne y hueso. Hay gente que te quiere controlar y te acusa de tener pensamientos oscuros cuando no hay nada más oscuro que sus propios deseos de dominación. Lo que la religión llama oscuro a veces de oscuro no tiene nada.

¿A lo largo de su carrera ha experimentado alguna limitación creativa o dificultad para llevar a cabo sus ideas en la pantalla?

Cuando hice Enter the void, quería grabarla sin actores famosos. Sabes que si pones a un actor famoso y luego se desprende del proyecto se te puede ir todo al carajo. Preferí grabar esa película con desconocidos y es difícil juntar dinero cuando los actores no son conocidos. No es fácil hacer el tipo de cine que yo quise hacer. Tampoco las hago con mucho presupuesto y eso facilita que pueda hacer una película cada dos años más o menos. Salvo Enter the Void, que costó 12 millones, las demás están por debajo de 4 millones.

¿Cuáles son sus proyectos futuros? ¿Hay algún tema específico o estilo que le gustaría explorar en las próximas películas?

Siempre hablo de hacer un documental pero aún no lo lancé. La ventaja del cine documental es que no te tienes que preparar psicológicamente para recrear la realidad porque la realidad ya está delante de ti. Te lanzas directamente a filmar. Estuve hablando de hacer películas antirreligiosas pero tampoco le tengo tanto resentimiento a la religión como para hacer una de ese tipo.

C. Tangana es un admirador de sus películas. ¿A usted le gusta su música?

Sí, me gusta mucho. Le conocí en San Sebastián.

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