El pintor ibicenco Rafel Tur Costa (Santa Eulària, 1927-Eivissa, 2020) falleció ayer sobre las 09 horas en el Hospital de Can Misses por covid. El pintor había regresado el pasado 11 de diciembre de su exposición antológica en Es Baluard, en Palma, cuando junto a varios miembros de su familia dio positivo. Tras pasar unos diez días prácticamente asintomático, el pasado lunes su estado de salud se agravó de forma repentina y fue trasladado al Hospital de Can Misses, donde fue diagnosticado de neumonía.

Su familia tiene previsto incinerar el cuerpo hoy, por propio deseo de Rafel Tur, y más tarde realizar un acto de despedida en el Estudi Tur Costa, aunque la fecha está por concretar.

Justamente el Museu d’Art Contemporani Es Baluard ofrece desde el pasado 10 de diciembre una retrospectiva de la obra del pintor Rafel Tur Costa a modo de homenaje en vida. La exposición, que sin quererlo se convierte ahora en póstuma y se podrá ver hasta el 18 de abril de 2021 bajo el título de La llum del fragment, está comisariada por Pilar Rubí, Imma Prieto y Soad Houman. Desde el Govern quisieron, con esta muestra de más de 130 obras, reconocer la importancia de este artista abstracto que ofrece «un testimonio vivo de Eivissa» con un lenguaje personal. 

«Tur Costa fue el primer artista que me abrió las puertas de su estudio cuando empecé mi periplo en las islas», confesó en la presentación de esta retrospectiva la directora de Es Baluard, Inma Prieto, quien también reconoció que la consecución de esta muestra ha sido un gran reto por la «grandeza de su obra». 

Costa estudió en la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Ibiza, aunque su formación se puede calificar de básicamente autodidacta. En 1955 conoció a los integrantes de la Hochschule Für Bildende Kunste de Berlín, y se casó con una de ellas, Anneliese Wit. Esto lo puso en contacto con los planteamientos artísticos de vanguardia europea. Desde 1959 mantuvo contacto con el Grupo Ibiza 59. De hecho es considerado como el primer pintor abstracto que ha dado Eivissa.

Su primera exposición individual fue en 1962 en la Sala de Cultura de la Caja de Pensiones, de Eivissa, donde volvería a exponer en 1963. En sus primeras obras abstractas de la década de los sesenta aparece predominantemente el color negro, que pronto fue desterrado por el blanco y por otros de intensa vibración, que iban ocupando el espacio pictórico de manera característica y para siempre.

«Mi maestra en el arte ha sido la naturaleza de Eivissa y su luz», afirmó en una de sus últimas entrevistas

Al principio de los años setenta, la obra de Tur se personaliza para la elección del blanco como espacio-color y los trazos de perfil informalista de colores puros y plata. En su obra se manifiesta con fuerza la preocupación por las texturas de la materia. Aparecen collages en que los papeles se superponen a la tela buscando la profundidad de los blancos, pero también una reflexión sobre el espacio plástico mismo. En esta década es, precisamente, cuando su obra refleja un fuerte principio para racionalizar el espacio siguiendo las formas geométricas.

Posteriormente expuso en la galería Carl van der Voort de Eivissa, durante la década de los setenta, en las galerías Nueva (Barcelona, 1971), Packhaus (Berlín 1973), Sala Pelaires (Palma, 1975), Berdussán ( Zaragoza, 1976), Internacional (Madrid, 1976), Ponce (Ciudad de México, 1976) y René Metras (Barcelona, 1977).

Los años ochenta se caracterizan por una conjunción de aspectos informalistas y geométricos, que otorgan a la obra una mayor riqueza de texturas. El artista ralentiza las exposiciones y se limita a mostrar su obra en la isla: Museo de Arte Contemporáneo de Eivissa (1983), galería Carl van der Voort, (1988), en Barcelona (René Metras, 1980) y en Palma (Sala Pelaires, 1980).

En 2011 recibió el Premio Ramon Llull y este mismo año, la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas en Europa y EE UU. Hay obra suya en el Museo de Arte Contemporáneo de Eivissa, en el fondo de arte del Ayuntamiento de Palma y del Govern balear, en el Museo Internacional Salvador Allende y en la National Gallery of Modern Art de Nueva Delhi.

En 2011 recibió el Premio Ramon Llull de la Comunidad Autónoma de Balears. Entre los numerosos premios y distinciones que recibió Tur Costa a lo largo de su vida destaca la primera mención del Premi Internacional Joan Miró de Barcelona (1973), la Medalla de Honor de l’Acadèmia de Belles Arts de Sant Sebastià (2018) y la Medalla d’Or de la isla de Eivissa, otorgada por el Consell Insular (2019).

La presidenta del Govern, Francina Armengol, y el resto de miembros del Ejecutivo balear expresaron su pésame por la muerte de quien este año también fue galardonado con la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma por su larga trayectoria artística y un legado para el patrimonio cultural de las islas.

«Mi maestra en el arte ha sido la naturaleza de Eivissa y su luz», aseguró Tur Costa en una de sus últimas entrevistas.

Tur Costa recibió este año la Medalla de Oro de la Comunidad.