El Consell de Mallorca transmitió ayer al hijo del compositor pobler Antoni Caimari, que podría ingresar próximamente en una residencia y abandonar su casa de la Fundació ACA, que «estudiará las soluciones posibles a la situación que actualmente atraviesa mi padre», señaló Antoni Caimari Caldés. «La presidenta Cladera no ha podido recibirme porque ha tenido un imprevisto y finalmente la reunión la he mantenido con su gabinete, que también me ha trasladado su preocupación por el estado de salud de mi padre», comenta. «Creo que ha ido bien y que este primer contacto ha sido positivo», valora.

«También les he recordado que la voluntad de mi padre era que ACA pasara a ser una fundación pública, del Consell. Y que nosotros [la familia] no queremos nada. Pero que a causa de nuestra falta de patrimonio, ya que él lo donó todo a la fundación, unos primeros terrenos, la casa, un piano que es una joya, discos, libros, etc., no podemos asumir tantos gastos para los cuidados que actualmente precisa», explica. Por otra parte, señaló que pedirá la dimisión de la actual presidenta de la fundación Liniu Siquier y del secretario Miquel Àngel Tortell. Y que también solicitará «formalmente» al patronato una auditoría de la fundación, «queremos ver las cuentas».