En el principio fue el rock. ¿Qué te llevó a él?

Desde pequeño siempre escuché música en mi casa, en Son Gotleu, donde viví hasta la mili. Mi primera etapa musical fue la música disco que escuchábamos en las galas juveniles. Y de ahí me pasé al rock. Así llegué a los Doors, Pink Floyd, Triana…

Si alguien conoce el secreto ese es Mané Capilla. ¿Qué se necesita para ganar el Concurs Pop Rock?

Conocer al jurado.

¡Qué dice!...

Si eres un grupo que más o menos está en marcha desde hace un tiempo o tiene cierto renombre, eso influye, porque el jurado ya te conoce. Hay que conocer al jurado y tocar bien, coño.

Usted ganó el Concurs en varias ocasiones y cuando no lo ganó también fue premiado.

Yo lo gané dos veces, con Furnish Time y, dos años después, con Trazom Tzara. También tuve el premio de grabar el disco con La Isla, que justo después de ganar se quedaron sin batería. Me llamaron a mí y así empecé tocar con ellos.

¿Qué definía a esas tres bandas?

Furnish hacía un pop rock más intelectual, Trazom Tzara era más divertido y menos denso, y La Isla tenía algo de rock de barrio, porque había gente de Son Cladera, y poesía, la de Alberto Vizcaíno.

¿Actuó en más ediciones del Concurs?

Sí. El año que gané con Trazom Tzara también me presenté con otro grupo, de Son Gotleu, cuyo nombre no recuerdo. También participé en otra edición con Wonkhaï Palma, grupo de africanos y mallorquines, y no ganamos por eso, porque había negros en el grupo. Quedamos los cuartos, o los quintos, pero nos dieron 70.000 pelas de premio, que invertimos en una maqueta. Tocando con Wonkhaï gané el premio al mejor batería. El bajista también fue premiado. Al final nos llevamos una pasta, grabamos con Toni Fernández e hicimos un disco en Madrid. No ganamos pero nos fue bien.

¿Por qué no se ha presentado en este 2020?

Porque no tenía grupo con el que presentarme. Estoy tocando con uno, con José Domingo, Puter y Jordi Herrera (estos dos últimos de Satellites), pero estamos en otra historia. No me gusta la competición entre grupos pero poder tocar y juntarte con los amigos, con un equipo bueno, siempre apetece.

¿Recuerda todos los grupos con los que ha tocado?

No. Hace poco tuve que hacer una especie de curriculum y ahí salieron todos, bueno, los que han tenido cierta repercusión porque ha habido intentos de grupos que nunca han llegado a nada, con los que a lo mejor te pegas meses ensayando, buscando canciones, y al final no pasa nada. Entiendo el tocar como una forma de vida.

¿Con qué músico no se cansaría de tocar?

Con unos cuantos: Pere Pla (Furnish), Angelo Borrás (Sunflowers), Omar Niang (Wonkhaï)…

Ya tiene el grupo ideal: Pla a la voz, Borrás a la guitarra, Niang a la percusión… Falta un bajista.

Tengo muchos amigos bajistas, tendré que pensar bien la respuesta. Ya está: sin bajista. El rock no necesita bajos. Fuera bromas, uno de los últimos bajistas con los que he tocado y me ha gustado mucho ha sido Biel de Salvatge Cor.

¿Qué concierto le dejó boquiabierto?

Los del Rosales de la calle Manacor. Allí vi a los Semen Up, con los que se montó un escándalo al quedarse uno medio en pelotas y una tía que se quiso subir al escenario. También recuerdo las finales de s’Escorxador, un gran concierto de Loquillo, a Alaska y Dinarama…

¿Alguna vez sintió el peligro sobre el escenario?

Sí, a pesar de estar detrás, a la batería, me han pasado botellas cerca. Con Trazom Tzara nos pusieron de teloneros con La Polla Records, en su primera visita a Mallorca. Se montó una buena. El que programó pensaría que era interesante que estuviéramos ahí, como ganadores del Concurs, pero para nada lo era. Ahí ya se calentó el ambiente pero justo una semana después tocamos en el Parc de la Mar con Siniestro Total. Allí sí llovieron botellas, así que me levanté y me fui.

¿Por qué los punkis nunca ganaron un Concurs?

Los Cerebros estuvieron a punto de ganarlo. No lo sé, igual porque no conocían tanto al jurado. Los punkis no eran ni mejores ni peores.

¿Hubo tongo algún año?

Siempre hubo polémica sobre eso. No creo que hubiera tongo deliberado pero sí influencias. Conocer a un miembro del jurado podía ayudar. Sí oí que hubo miembros del jurado que dieron ‘10’ a un grupo y otros un ‘0’, al mismo grupo, para tirarlo atrás.

¿La rivalidad era insana en los primeros concursos?

Yo no lo recuerdo. En los dos primeros Concurs nos conocíamos casi todos. En la primera edición se presentaron casi todos los grupos que existían en ese momento en Mallorca. Si había alguna rivalidad era sana. Me acuerdo que Furnish y Ex-Crocodiles éramos rivales, pero ensayábamos en el mismo local, nos veíamos casi cada día.

¿Cuál fue el gran logro de Ramon Aguiló?

Modernizar el ayuntamiento.