El Antiguo Aquapark de Calvià se rindió ayer ante el cantante y compositor Kiko Veneno, que ya cuenta con más de cuarenta años de trayectoria profesional. El concierto lo ofreció en el marco del Mallorca Live Festival. El artista estuvo acompañado sobre el escenario por el guitarrista Diego Pozo, junto a quien repasó su último disco, Sombrero roto, en un formato más íntimo de lo habitual.