Nació un 23-F, en Son Gotleu, “el Bronx de Palma”, sus profesores le dedicaron piropos del calibre “nunca harás nada en la música” o “seràs un perdut amb sa guitarra”, y a pesar de todo, no cesó en su empeño ni renunció a su sueño: los escenarios. Toni Pastor (Palma, 1968) ejerce hoy de maestro, en el Colegio Santa Mònica; por su estudio, Swing, han desfilado los grandes grupos de la isla; y su laúd, un instrumento que maneja con la misma soltura que Mark Knopfler la guitarra, puede escucharse en los discos de Música Nostra, Daniel y la Quartet de Baño Band, Marta Elka, Joan Miquel Oliver y muchos más.

Hijo de taxista y madre modista, su infancia y adolescencia transcurrió en Son Gotleu, subido a su bicicleta, “con las rodillas peladas y con mil peleas con ciertos vecinos”. Tras estrenarse con la Unión Juventudes de Mallorca, con ocho años, con Beethoven y distintas piezas de zarzuela, como La boda de Luis Alonso, entró en el circuito de los hoteles, que no abandonó hasta cumplir los 18. “Con lo de los hoteles llegué a ahorrar tres millones de las antiguas pesetas, gracias a mi madre, que me guardó el dinero. Con esos ahorros me compré una Renault Express, furgoneta que fundí luego con infinitos bolos”, recuerda.

El ‘Rock and Ríos’, el disco más vendido en la historia del rock en España, le cambió la vida. “Tras el concierto que Miguel Ríos dio en la plaza de toros de Palma en 1983, me dije: tengo que tocar la guitarra. Al día siguiente fui a Xocolat a comprarme sus cintas de casete y al poco tiempo me sabía todos los acordes de sus canciones”, asegura. Pastor ya orbitaba en el universo rock, con sus ojos puestos en un primer momento en bandas como Yes, Queen, Pink Floyd, Mike Oldfield y la Electric Light Orchestra. “Ellos me educaron, y con grupos como la ELO aprendí que detrás del rock hay más música, es decir, que se pueden poner violines, saxos o lo que quieras meter”, señala.

Su memoria se difumina al intentar recordar el nombre de su primer grupo de rock. “Solo me acuerdo de que tocaba con Toño Márquez y Ricardo Garneria, y que después estuve con Aigua Bruta, también con Márquez y con Pep Banyo, y luego con Juanito Percha y Los Colgaos”, una de las mejores bandas de rockabilly que ha dado Mallorca.

En los años 90, Daniel y la Quartet de Baño Band, grupo que logró estar en boca de todos gracias a una puesta en escena sin fisuras, con ‘El Hombre Cucaracha’ como uno de sus grandes reclamos, le entretuvo y divirtió como pocas bandas en su carrera. “Por aquel entonces yo trabajaba con Joan Bibiloni en Swing, y como ganadores de un Concurs Pop Rock se presentaron los de la Quartet. Ahí conocí a Daniel, alguien capaz de pasar de un vals a un rock oscuro, para luego girar a un tango. Esto es lo mío, me dije. Pues tú vas a ser mío, me contestó Daniel”. Y con él sigue, tocando en formato dueto y grabándole estos días el que será su próximo disco, que llevará por título Buscando a Robin Hood y que publicará el sello Blau.

El estudio también le ha moldeado como músico. “El estudio es muy creativo. Mucho de lo que he aprendido ha sido de la gente que ha pasado por las grabaciones, desde los artistas de Palabra de guitarra hasta Mocedades o los Pecos, pasando por Bourbon Gratis, Tots Sants o Susie Q”, enumera. Tras registrar los Poemes de maternitat de Carme Riera, con Marta Elka a la voz, anda metido actualmente con Jès!, grupo a caballo entre la rumba y el pop rock, y que pronto dará que hablar.

Mi canción del verano

“Deliri de plàstic, apoteosi en colors”, canta Joan Miquel Oliver en ‘Lego’, uno de los grandes temas del repertorio de Joan Miquel Oliver. Una canción que Pastor ejecutó en el concierto que el ex de Antònia Font ofreció hace unos meses en el Principal y que seguirá defendiendo en la gira nacional que Oliver y sus ‘Friends’ ofrecerán por territorio nacional próximamente.