Decenas de personas participaron ayer por la mañana en Calvià vila en la tercera edición de la Pujada al Molí des Castellet, una excursión que tuvo por objetivo reivindicar la restauración de esta construcción que data del siglo XIX y que es un bien catalogado. Exigieron también que se elimine la barrera del camino que conduce al molino y que se garantice el "derecho histórico" a visitarlo como "lugar simbólico".

Los participantes fueron convocados a las 11 de la mañana por la plataforma proMolí des Castellet,integrada por entidades como Arca, Obra Cultural Balear (OCB), la organización ecologista GOB, SOS Can Vairet y la asociación de vecinos de Calvià vila, entre otras.

En el punto de partida, la Plaça Nova de Calvià vila, la portavoz de la plataforma, Maria Avellà, leyó un manifiesto en el que alertó del importante deterioro que sufre el Molí des Castellet e instó al Ayuntamiento a llegar a un acuerdo con el propietario para rehabilitarlo con urgencia.

Los organizadores recordaron que hace más de un año se reunieron con el regidor de Calvià vila, Miquel Bonet, para exponerle la situación y que, desde entonces, no han recibido ninguna respuesta a sus reclamaciones. En este sentido, el portavoz local de PSM-IV-ExM, Rafel Sedano, presente en la excursión, consideró "intolerable" que el Ayuntamiento "no se haya tomado la molestia" de atender estas peticiones.

El Molí des Castellet data del año 1830. Antiguamente, era un molino que se dedicaba a la producción de harina. Era un lugar con un significado simbólico para los calvianers, que una vez al año celebraban allí el pancaritat. También era habitual que fuese el lugar de destino de excursiones de los jóvenes de la localidad.