El sploshing, un doble placer en el sexo

Esta nueva técnica ayuda a elevar la excitación a su nivel más alto y a disfrutar de una manera más placentera

Algunos dicen que la vida se reduce a los pocos placeres que tenemos a lo largo de nuestra existencia. El placer es un sentimiento agradable y positivo que abarca desde el bienestar, como la satisfacción de necesidades básicas como el hambre o la sed, hasta sensaciones eufóricas de realización personal o júbilo. Su intensidad y duración dependen de su origen.

Desde una perspectiva biológica, la naturaleza recompensa la satisfacción de necesidades individuales y de la especie con sensaciones placenteras. Por ejemplo, comer cuando se tiene hambre o descansar cuando se está agotado son ejemplos de esto. Asimismo, el placer sexual del orgasmo es una recompensa biológica que nos impulsa a propagar los genes de nuestra especie.

Los fetiches sexuales son una forma innovadora de potenciar la intimidad y aumentar la excitación en las relaciones íntimas. Uno de estos fetiches es el sploshing, que implica el uso de alimentos y bebidas de diferentes texturas, como crema batida, chocolate derretido y fresas, durante el acto sexual. El objetivo es experimentar placer al untar estos elementos en la pareja a través de caricias y masajes eróticos, así como dejarse untar por ellos.

Aunque el sploshing es relativamente común y se ha representado en películas, muchas personas lo consideran uno de los fetiches más peculiares y curiosos.

Todo depende de vuestra imaginación y tolerancia. Quizás a la mayoría de gente no les ponga en absoluto untarse en alioli o beber cerveza de la espalda de alguien, pero si a ti sí, si encuentras excitante eso, deberías experimentarlo.