Un nuevo estudio que acaba de publicarse en la revista Natureasegura que las personas que han pasado el coronavirus en casa, sin problemas e incluso de manera asintomática, con el tiempo acaban experimentando una sustancial pérdida de salud que afecta no solo a los pulmones.

Son secuelas que por lo visto hasta ahora pueden durar muchos meses, convertirse en enfermedades crónicas y hasta aumentar el peligro de muerte.

La investigación es la más grande realizada hasta ahora y analiza los registros médicos nada menos que de 73.000 personas de los Estados Unidos cuyas infecciones por coronavirus, entre marzo y noviembre, no requirieron hospitalización.

Los resultados dicen que entre uno y seis meses después de infectarse, esos pacientes tenían un 20% más de probabilidades de necesitar atención médica ambulatoria y un riesgo de muerte hasta un 60% más alto que quienes no pasaron el virus.

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Todo tipo de síntomas

Y no se trata sólo de afecciones pulmonares o respiratorias, que entraría dentro de lo relativamente probable. Estamos hablando de dolencias que afectan a prácticamente cualquier órgano o parte del cuerpo.

Desde problemas neurológicos hasta cardiovasculares o gastrointestinales. Y también se observa un mayor riesgo de padecer problemas de salud mental como ansiedad y trastornos del sueño.

En definitiva, una amplia gama de problemas médicos a largo plazo que esas personas nunca antes habían sufrido.

Son tantas son las nuevas dolencias en esas personas que uno de los autores del estudio, el doctor Ziyad Al-Aly, jefe del servicio de investigación y desarrollo del Sistema de Atención Médica de VA St. Louis, declaró: «Lo hemos encontrado todo».

Y novedades en la vida de los enfermos, como la diabetes, enfermedad renal y algunos problemas cardíacos, tienen toda la pinta de que serán crónicos y les obligarán a estar a tratamiento durante el resto de su vida.

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¿Por qué no se van las secuelas del virus?

Hay pacientes con problemas respiratorios, otros con dolor de cabeza continuo, fatiga permanente, afecciones estomacales, dificultades para concentrarse…

«Vemos que de alguna manera las consecuencias del virus no se han ido, pero no entendemos cuál puede ser la causa subyacente. No sabemos a qué se debe ni si va a durar, porque tampoco encontramos respuestas identificables entre los afectados».

Claro que a la hora de sacar conclusiones es necesario hacer una salvedad con respecto a la muestra con la que se ha hecho el estudio. Y es tener en cuenta que se trataba de un grupo con mayoría de hombres, una media de edad de 61años y una proporción mayor de pacientes blancos.

Pero las conclusiones no engañan a nadie. Y como dijo el jefe de enfermedades infecciosas de la Universidad de Brown, «tenemos cientos de miles de personas con un síndrome no reconocido que puede afectar a todos los sistemas de órganos del cuerpo y estamos tratando de aprender sobre ello».

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Incremento de pacientes

La primera conclusión de este estudio es que «el sistema de salud no está hecho para lidiar con algo como esto».

Y es que, de momento, las visitas a los ambulatorios de quienes pasaron la Covid sin mayores complicaciones es una vez y media mayor que la del general de las personas. Y eso ya es un problema importante, porque son millones las personas que están y van a estar necesitadas de acudir al sistema de salud.

Además, la gran mayoría tienen que pasar del médico de atención primaria al especialista, porque los síntomas no remiten fácil. Y al menos algunas de las que nunca fueron hospitalizadas experimentaron prácticamente todas las categorías de síntomas, desde dolor en el pecho hasta dificultad para respirar, diabetes y debilidad muscular.

Los investigadores han identificado secuelas en el sistema respiratorio y varios otros, incluidos trastornos del sistema nervioso y neurocognitivos, trastornos de salud mental, trastornos metabólicos, trastornos cardiovasculares, trastornos gastrointestinales, malestar general, fatiga, dolor musculoesquelético y anemia.

Y en respuesta a todo ello la investigación también ha comprobado un mayor uso de varias terapias y medicaciones que incluyen analgésicos (opioides y no opioides), antidepresivos, ansiolíticos, antihipertensivos e hipoglucemiantes orales.

Como dice uno de los autores del estudio: «Lo que enfrentaremos en los próximos años, tal vez incluso durante décadas, es el efecto de la pandemia en la salud a largo plazo de las personas. Y debemos saber lo que nos espera».

«Si el coronavirus nos pilló desprevenidos, que no nos pase lo mismo con la Covid a largo plazo, que afecta a muchos millones de personas».