Durante el confinamiento, muchas personas tienen atracones y han subido de peso. Hasta cierto punto, esto entra dentro de la normalidad por la situación que estamos viviendo, ya que puede ser debido al hambre emocional, fruto de la ansiedad y el malestar. De todos modos, es importante no alarmarnos y diferenciar ambos conceptos, ya que la subida de peso se puede estar dando por falta de actividad y no necesariamente por atracones.

Para poder hablar de atracones, se deben cumplir 3 o más criterios de los siguientes (DSM-V) :

1) Comer mucho más rápidamente de lo normal.

2) Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.

3) Comer grandes cantidades de alimentos cuando no se siente hambre físicamente.

4) Comer debido a la vergüenza o malestar

5) Sentirse luego a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado.

Todo esto empieza a ser algo más serio cuando como promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses, experimentamos un intenso malestar respecto a estos episodios, es entonces cuándo podríamos hablar del trastorno por atracones.

En estos casos es clave aprender a ver la relación entre nuestras emociones y la dieta. Una vez detectadas cuáles son estas emociones, debemos trabajarlas para aprender a encontrar una solución que nos calme alternativamente a la de comer.

En opinión del Dr. Carbonell, es normal que durante estas fechas comamos más por ansiedad, pero en el caso que se nos vaya de las manos es importante que acudamos a un profesional de la salud mental que nos ayude a gestionar estas situaciones.