Debido al confinamiento por el estado de alarma, nuestro estilo de vida ha cambiado. La forma de trabajar, de relacionarnos o de comprar en el supermercado ya no son como antes. Esta nueva rutina junto con las consecuencias a nivel emocional que conlleva el cambio, interfieren en nuestra realidad.

Cada cosa que nos pasa, aunque sea pequeña, tiene un efecto diferente en nosotros. Situaciones laborales online, una conversación con nuestra pareja o el hecho de no salir a la calle nos afecta directamente. Una consecuencia de estas afectaciones sería la desorientación espaciotemporal, es decir, no saber en qué día estamos, que teníamos que hacer hoy, ... Esto no es nada peligroso, tan solo hay que implementar algunas estrategias en el día a día. Recomendamos las siguientes pautas:

- Mantener nuestra actividad apuntada en una agenda.

- Mantener la alarma en el móvil que usas habitualmente para levantarte y poner una para irte a dormir, preservando las horas y la estructura del sueño.

- Intentar mantener el mismo horario de comidas.

- Ser comprensivo y tolerante con uno mismo.

- Organizar salidas regulares (paseos, ejercicio físico) respetando siempre las medidas de higiene.

- Disminuir en la medida de lo posible las horas en frente de la pantalla.

En opinión del Dr. Carbonell, debemos tener en cuenta que esta desorientación es normal que aparezca, debido a la incertidumbre y el confinamiento. Por eso, cuando lo detectemos hay que poner en práctica herramientas que nos ayuden a volver a la normalidad.