Cuatro en uno

José Ferrater Mora, filósofo y ensayista (Barcelona, 1912-1991) nos explicaba en este pequeño volumen que publicó en 1955 las visiones que San Agustín, Vico, Voltaire y Hegel tuvieron de la historia de la humanidad, o lo que es lo mismo, la visión cristiana, la renacentista, la racionalista o la visión absoluta, respectivamente. Es evidente que caben otras interpretaciones, como decir que Agustín representa la historiografía medieval, o que Marx no es más que una filosofía de la historia hegeliana tergiversada.

Tras un capítulo introductorio dedicado al nacimiento de la historia y especialmente a Polibio, le toca el turno a San Agustín (354-430), que presenta una visión rigurosamente teológica del pasado humano y que divide el de Hipona en seis edades: Adán, Noé, Abraham, David, el cautiverio de Babilonia y Jesucristo. La séptima y eterna se abrirá con el Juicio Final. Es la semana cósmica, de la infancia a la vejez, de la Caída a la Redención. Desaparece la concepción cíclica de los griegos. La historia es un producto de la voluntad divina, no del azar. Es el peregrinar del hombre pecador para alcanzar la salvación.

Giambattista Vico (1668-1744), interpreta la historia como una sucesión de tres etapas. La primera es la divina, la edad infantil en la que surgen los principios básicos de la convivencia: religión, matrimonio y primeros enterramientos. La segunda etapa está dominada por los héroes y las guerras, en un afán por defender la tierra. La tercera es la edad senil, en la que se separa lo humano de lo divino. Es necesario, entonces, el retorno a la simplicidad perdida. Los motores de la historia son el instinto, la imaginación poética y la necesidad de sobrevivir.

Según Voltaire (1694-1778), en la historia se han sucedido cuatro grandes épocas, que se corresponden con la Grecia clásica, el esplendor de Roma, el Renacimiento y el siglo de Luis XIV. La historia es el relato de los hechos que se tienen por verdaderos. Este gran autor ilustrado expone los problemas que rodean el episodio histórico, combate el providencialismo y huye de fábulas, mitos y leyendas.

Finalmente, Hegel (1770-1831) habla de la evolución del espíritu. Primero viene su infancia, que se corresponde con los pueblos orientales, sigue la juventud del mundo grecolatino y termina con el periodo de madurez del mundo cristiano. La misión de la historia es conquistar la libertad.

Ferrater pretende, así, analizar el cómo, el porqué y el para qué de la historia a través del conocimiento y la interpretación del pasado que poseyeron tales autores, que conoce en profundidad y que considera modelos fundamentales para el resto de historiadores.

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Cuatro visiones de la historia universal

José Ferrater Mora

Alianza Editorial

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