A las editoriales medianas les toca sufrir

Álex Sàlmon

Álex Sàlmon

Podría ser una mala noticia, pero existen muchos enfoques para reconocer que la adquisición de una editorial mediana como es Roca Editores por parte de un grupo como es Penguin Random House tiene aspectos positivos de cara a los lectores y los autores. El mundo del libro, que pasa por un excelente momento de ventas, se ha transformado. Eso ha obligado a que la musculatura financiera que precisan las editoriales sea mayor que hace un tiempo. Una editorial que publica no más de 20 títulos al año todavía puede defenderse con un control de gastos importante. Pero las denominadas editoriales medianas, como es el caso de Roca Editores, liderada por una experta en el sector como Blanca Rosa Roca, sufren mucho más.

Es cierto que en estos momentos el sector del libro está acaparado por Planeta y Penguin, y son estos dos grupos los que controlan la mayoría de los ejemplares que se publican en España y llegan a las librerías. A pesar de ello, la libertad editora que tiene cada uno de sus sellos sorprendería. Es casi total. Su fuerza acaba siendo negativa, no tanto para las pequeñas, como decía, pero sí dificulta el trabajo de las medianas que tienen menos presupuesto para apostar por un obra. Esa es la principal cuestión.

Nuria Cabutí, CEO de Penguin Random House, y Blanca Rosa Roca, se conocían bien. Sus libros ya se distribuían a través de la red de la corporación editorial de Bertelsmann. La propuesta salió de improviso, aunque ya lo habían hablado. Era el momento. Penguin tiene el encargo de seguir creciendo en lenguas ibéricas. En la actualidad son 39 editoriales en castellano. La número 40 es Roca Editores. Cuatro en catalán y cinco en portugués. Y van a más. El cambio de propiedad no será perjudicial, al menos para los autores que se mantendrán en el sello. El traslado de las oficinas está previsto para después del verano.

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