1) Esta semana el PP nacional ha propinado dos bofetones políticos de consideración al president del Govern y del PP, José Ramón Bauzá. El primero fue la llamada de María Dolores de Cospedal para pedir explicaciones sobre la citación a declarar de su jefe del servicio de salud de Castilla-La Mancha, Luis Carretero, en la comisión de investigación de Son Espases. El segundo vino de la mano del ministro del petróleo, además de Industria y Turismo, José Manuel Soria, al impedir que los Reyes Felipe y Leticia visitaran el stand de Balears en la feria turística de FITUR y que dejó al president Bauzá con un palmo de narices y cara de muy malas pulgas. Era la primera vez en muchos años que los Reyes no visitaban el expositor de las islas y pasaban de largo dejando al president de Balears en la estacada. Además de ser veraneantes de Mallorca y que todos los isleños pagan la limpieza del palacio de Marivent, Balears es la comunidad líder en turismo y por ello la visita era casi obligada.
En el PP de Balears están convencidos de que el responsable de este plantón es el ministro canario José Manuel Soria, enfrentado con Bauzá por su postura sobre las prospecciones y porque el president y el PP de Balears no dudaron en romper la disciplina de partido para votar a favor de suspender los sondeos petrolíferos en el Senado. Aseguran que el organizador de la feria turística es el Ministerio que dirige Soria y su equipo de protocolo fue el que diseñó la visita de los Reyes en la inauguración. La Casa Real solo supervisó detalles de carácter protocolario. Quien decidió los stands a visitar fue el equipo de Soria, apuntan en el PP. Al ministro el plantón le vino perfecto para pasar factura a Bauzá y dejarle con los brazos cruzados y sin la foto de los Reyes en el expositor balear.
Nuestro compañero Alberto Magro informaba de que el president intentó quitar hierro al plantón real y ministerial apuntando a la cargada agenda de los nuevos monarcas. Sin embargo, basta observar la cara de enfado del inquilino del Consolat cuando se enteró de que Felipe y Leticia pasaban de largo. El rostro contrariado de Bauzá contrasta con el de felicidad que exhibía su conseller de Turismo, Jaime Martínez, que parecía pasárselo bomba con la jugarreta del ministro Soria.
2) El segundo de Soria: "Bauzá está tomando el pelo a la gente"
No hace falta remontarse a muchos meses atrás para encontrar la animadversión que existe entre ambos dirigentes del PP. Soria ostenta el ministerio que correspondería a un mallorquín y por el que José Ramón Bauzá ha luchado desde 2011. A todo ello hay que unir la guerra interna desatada con las prospecciones. Basta recordar las duras afirmaciones del subsecretario del ministerio de Industria, Energía y Turismo y número dos de Soria, Enrique Hernández Bento, sobre Bauzá: "El president de Balears está tomando el pelo a la gente con las prospecciones". Estas letales afirmaciones fueron realizadas con el beneplácito de Soria, hombre de la absoluta confianza de Mariano Rajoy, ya que no salió a desautorizar a su subsecretario. Desde hace tiempo se viene rumoreando que Bauzá ha caído en desgracia en la calle Génova de Madrid. Un rumor que esta semana se ha confirmado con los hechos protagonizados por el ministro Soria y por la mismísima María Dolores de Cospedal. Se ha demostrado que en la cúpula del PP en Madrid ya no gusta el hombre que decapitó políticamente al que se dice ha sido el mejor alcalde que ha tenido Palma, Mateo Isern.
3) A Xisca Ramis el caso del maestro enchufado le trae más poder
A la directora del SOIB y candidata del PP en Lloseta, Xisca Ramis, no le están pasando factura sus presiones para enchufar en el Govern a un maestro de su pueblo para que le ayudara en la campaña electoral. Es el caso que provocó la dimisión del director general de Educación Miquel Deyá. A Ramis el Govern le acaba de otorgar mucho más poder ampliando las competencias de su cargo. Entre otras cosas, la candidata del PP de Lloseta ahora tendrá capacidad de contratación con cuantía ilimitada, una potestad que hasta el momento recaía en el conseller de Economía, Joaquín García. Este hecho prueba que cuando Ramis presionaba para enchufar a su profesor tenía luz verde del Consolat.
