La magistrada de Palma que investiga el grave atropello que sufrió una alumna de 14 años del colegio Madre Alberta el pasado 26 de abril cuando fue arrollada por un taxi mientras realizaba una actividad escolar de orientación en las inmediaciones del centro educativo, y que finalmente falleció en el hospital de Son Espases el 3 de junio, ha citado a declarar en calidad de investigado a un segundo profesor. Se trata de un maestro que ya compareció ante la juez a principios de octubre como testigo, ya que se encargaba junto con un compañero de la prueba que se realizaba en el bosque y de tutelar a los escolares.

En esa ocasión, el docente defendió que la actividad era segura y que llevaba varios años realizándose de la misma manera. Según aseguró, no vio el momento en el que la víctima fue atropellada por el taxi, ya que se encontraba de espaldas a la calzada hablando con varios alumnos. Su declaración como testigo coincidió en gran medida con la que había efectuado la semana anterior su colega, el primer profesor imputado.

Con posterioridad, el abogado de la acusación particular Daniel Castro, que representa a los padres de la niña fallecida, solicitó al juzgado de instrucción número 5 de Palma, que investiga el caso, que imputase a este segundo maestro. Ahora, la juez instructora ha accedido a su petición y ha acordado que el segundo docente comparezca a mediados de enero en la sede de Vía Alemania para que deponga por un delito de homicidio imprudente.

De momento, en la causa ya hay tres hombres que figuran como investigados: los dos profesores del colegio Madre Alberta de Palma y el taxista que arrolló a la menor cuando esta cruzaba la calle Miguel Lladó al inicio de la prueba de orientación, con orden de salida cronometrada.

Tanto el chófer como el primer maestro ya declararon a finales de septiembre ante la magistrada y se exculparon y negaron haber actuado de forma negligente. El conductor negó que circulara a una velocidad excesiva por ese tramo, en contra del contundente informe de la Policía Local de Palma, que concluye que iba al menos a 64,07 kilómetros por hora en una zona donde el límite máximo son 50 kilómetros por hora.

Por su parte, el maestro indicó que la niña cruzó la calle antes de que él se lo ordenara. También negó haberla cogido del brazo para darle la salida. Según su versión, le dijo que se preparara porque en 30 segundos tenía que empezar la prueba y, cuando la niña atravesó, él se hallaba de espaldas a la calzada, por lo que no vio el atropello.

No declaran los niños

Por otro lado, la magistrada instructora ha denegado una de las pruebas que solicitó el abogado de la acusación particular. La juez ha rechazado que varios menores comparezcan en Vía Alemania para declarar como testigos ya que supuestamente vieron el momento en el que su compañera de clase fue arrollada por el taxi. El letrado ha recurrido esta decisión.

Los dos profesores que se encargaban de la prueba de orientación han mantenido que les parecía más seguro que los alumnos tuvieran que cruzar la calle Miguel Lladó al inicio de la actividad escolar tuvieran que cruzar la calle Miguel Lladó al inicio de la actividad escolar que tener que empezar desde la acera contraria, sin necesidad de atravesar la calzada. Según su versión, esta prueba ya llevaba varios años realizándose. En cambio, el informe policial concluye que los dos maestros eligieron de forma errónea el lugar de inicio de la prueba y no lo modificaron pese a un camión averiado que impedía la visibilidad.