Un hombre de 65 años fue juzgado ayer por atacar con una vara de madera a un chófer de la EMT tras un leve accidente de tráfico en s'Arenal. El acusado admitió que circulaba en estado ebrio y se conformó con una pena de 40 días de trabajos comunitarios y un año de retirada del carné, pero negó la agresión. La fiscalía pide para él un año de prisión y la abogada de la empresa municipal, un año y medio, así como indemnizaciones que suman más de 20.000 euros. La víctima ratificó que fue agredido por el hombre, sufriendo una lesión en el hombre por la que estuvo 239 días de baja.

Los hechos ocurrieron a las nueve de la noche del 6 de septiembre de 2015 en la calle Llaüt, en Palma. El acusado admitió que iba al volante de un Volkswagen Polo tras haber consumido gran cantidad de bebidas alcohólicas en una celebración familiar. Según su versión, un autobús de la EMT arrancó uno de los retrovisores de su coche y además el chófer le dio "una paliza tremenda". "Yo no le pegué. ¿Cómo le voy a pegar si no me tenía en pie? Yo tengo 65 años y él 30", argumentó el sospechoso. La Policía Local lo detuvo aquel día tras comprobar que iba ebrio, ya que arrojó una tasa de 0,66 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. Ayer, el hombre aceptó en el juicio 40 días de trabajos en beneficios de la comunidad y un año y un día de retirada del carné por un delito contra la seguridad vial, pero el juicio continuó para determinar si es culpable de haber agredido al chófer de la EMT.

Este relató que el día de los hechos conducía un autobús de la línea 15 y cuando salía de una parada de la calle Llaüt escuchó cómo le pitaban. "Un coche intentó adelantarme pero venía un taxi de frente y acabó dando un golpe al autobús", explicó. Según contó, cuando se apeó para comprobar los daños el otro conductor empezó a increparle. "Salió gritando, me insultó y me decía que le iba a pagar. Me cogió de la pechera y me pegó tres veces en la cara. Me empujó y me empotró contra el autobús", afirmó. El chófer contó que intentó llamar a la Policía y acabó regresando al bus. El acusado fue tras él, esta vez armado. "Cogió una vara de madera del maletero de su coche y se metió en el autobús. Me empezó a pegar y yo intentaba quitarle el palo. Hubo un forcejeo", señaló.

La víctima contó que tras la agresión empezó a sentir dolores en el hombro izquierdo y acabó siendo intervenido quirúrgicamente. Estuvo en total 239 días de baja y recibió asistencia psicológica. Una médico forense explicó que el perjudicado sufrió la rotura de una articulación, lesión compatible con un forcejeo o una agresión.

La fiscalía solicita para el procesado un año de prisión por un delito de lesiones, pena que la acusación particular eleva a 18 meses. Además, reclaman que indemnice con 12.850 euros a la víctima por las lesiones y con 9.620 euros a la EMT por los daños en el autobús, los billetes que dejaron de venderse por el accidente y la baja laboral del chófer.