La mujer embarazada que fue detenida en Palma tras aterrizar el lunes en la isla con 71 dátiles de cocaína en su cuerpo, poniendo en grave peligro tanto su vida como la del bebé que estaba en camino, el cual tuvo que ser extraído del vientre materno, permanecía ayer ingresada en el hospital. La pasajera, que se sintió indispuesta en pleno vuelo de Madrid a Mallorca, no ha declarado ante los investigadores de la Policía Nacional. Si su estado de salud no mejora, una comisión judicial podría acudir al centro hospitalario para tomarle declaración. En un principio, la sospechosa nigeriana está acusada de un delito contra la salud pública. No se descarta que se le impute otro hecho. El bebé también sigue en el hospital.