Venían reclamándolo diferentes matadores de toros tras conocerse la prohibición de corridas en Cataluña, medida aprobada en el Parlament el pasado 28 de julio. El más crítico con la Familia Real fue el sevillano Paco Camino: "Deberían haber mostrado una mayor implicación. Necesitamos gestos". Dicho y hecho. La infanta Elena, con su presencia ayer en el último festejo taurino de este verano en Palma, manifestó el deseo de la Familia Real de que la Fiesta Nacional siga celebrándose como hasta ahora.

El Coliseo Balear fue ayer reflejo de la polémica desatada a nivel nacional. De un lado, concurrida manifestación antitaurina a las puertas; de otro, los amantes de la lidia, dispuestos a disfrutar de la noche con un cartel de primera: Manuel Jesús El Cid, David Fandila El Fandi y Alejandro Talavante. Todos ellos brindaron un astado a la Duquesa de Lugo, muy aplaudida tras tomar asiento en barrera. Sus detractores la recibieron con silbidos, y eso que entró por la puerta de atrás en compañía de su prima, María Zurita.

Conocida su gran afición por la tauromaquia, la primogénita de los Reyes, con un sencillo conjunto de pantalón blanco, blusón fucsia y chaqueta rosa palo, agradeció poniéndose en pie los gestos de cariño de los aficionados, ya en el interior del coso. No había muy buena entrada, se rozaban casi los mil. Entre ellos se vio a José María Rodriguez, presidente del Partido Popular en Palma, y a Joan Mesquida, secretario general de Turismo.

Eran muchos los interrogantes que habrían de resolverse durante la velada. Entre ellos, si don Juan Carlos acompañaría finalmente a su hija. Y aunque no estuvo, su reconocido apoyo a la Fiesta y a los matadores fue muy bien valorado por los asistentes en una fresca noche que se encendió con los gritos de los antitaurinos. Eran más de 300, entre ellos Joan Lladó, de ERC, y Toni Noguera, del PSM, y se hicieron notar. Entre sus cánticos: "¡Basta ya de tortura animal!"; "toreros, al paro, la Fiesta se ha acabado" o "la tortura no es arte ni cultura". Hubo también palabras para la Infanta. "Como español me siento avergonzado de que doña Elena haya venido. Si fuera inteligente sabría que los animales sufren y que una corrida no es un espectáculo", subrayó Ismael López, portavoz de los antitaurinos.

Uno de los momentos más tensos coincidió con la entrada de menores al recinto. Los antitaurinos se lanzaron contra las puertas del coso balear acusando a los padres de las criaturas de falta de responsabilidad. Desde el otro lado un aficionado respondió: "No se hizo la miel para la boca del asno".

Ya con los ánimos más calmados arrancó el festejo. Abrió fuego El Cid, que arrancó ya los primeros olés y los primeros acordes de la banda. Eso sí, pinchó en sus cuatro primeras estocadas. Le seguirían El Fandi, que estuvo muy valiente con su primer toro, y Talavante.