Volver a empezar. De nada sirve lamentarse y recordar las razones que han llevado al Mallorca a disputar la Segunda B después de treinta y siete años en el fútbol profesional. Y visitar el modesto Municipal de Peralada, que sirve para darse un buen baño de realidad nada más comenzar, es el escenario ideal para superar el primer escalón que debe regresar a los bermellones a Segunda.

Los de Vicente Moreno llegan al estreno liguero con las buenas sensaciones que les ha dejado la pretemporada, tanto en el juego como en los resultados. Seis triunfos y un empate es un bagaje para el optimismo, sobre todo porque este grupo ha dado señales de que es consciente de qué terreno pisa. Se ha mostrado serio atrás, ya que apenas ha encajado tres tantos, y con la suficiente pegada arriba para desequilibrar los encuentros. Estos detalles tan importantes son los que deben marcar la diferencia hoy sobre el césped natural del campo del Peralada, un recién ascendido en los despachos y que es el filial del Girona, de Primera División. Este club de la localidad del Alt Empordà, de 1.835 habitantes, apenas cuenta con 200 socios.

En la grada estará el dueño del Mallorca, Robert Sarver, que ayer viajó con la expedición a Girona, donde durmió el equipo, para presenciar en directo esta mañana el encuentro. Toda una declaración de intenciones que obliga a los rojillos a no fallar. Vicente Moreno dio ayer su primera lista de convocados y llama la atención la exclusión de los fichados Néstor Salinas, Fran Grima, Nuñez y Pierre, más Cano y Baba. Sí entró Bryan Reyna, que aunque tiene ficha del filial, tiene pinta de que disfrutará de muchos minutos con los mayores. Eso sí, todo apunta de que empezará en el banquillo esta mañana en tierras catalanas.

Reina será el portero y la defensa, a tenor de lo que ha probado en los últimos encuentros amistosos, estará formado por Joan Sastre y Bonilla en los laterales, mientras que Raíllo y Xisco Campos estarán en el centro de la zaga. No es descartable, no obstante, que José Ángel pueda ocupar el sitio del de Binissalem. En el centro del campo Pedraza y Damià Sabater tienen todos los números, aunque el canterano podría dejar su sitio a Jony. Las bandas parece que serán para dos supervivientes de la pasada temporada, Pol Roigé y Lago Junior, mientras que el ataque estará formado por Cedric, que se ha mostrado muy entonado este verano, y Álex López. Estos serán los encargados de arrancar los tres puntos de Peralada, un rival que es una incógnita por su juventud y que no podrá contar con tres de sus últimos fichajes Romero, Soni y Andzouna por un problema burocrático. Los de Arnau Sala prometen guerra. pero como dijo Sarver el viernes, al Mallorca se le han acabado las excusas. "Es la hora de ganar", dijo. Pues eso.