En tan solo dos meses Sóller ha perdido tanta población como en los cinco primeros meses de 2017. Este es uno de los efectos colaterales que ha llevado aparejada la gratuidad del túnel de Sóller, ya que muchos ciudadanos que hasta ahora estaban empadronados en el valle han decidido cambiar su residencia a sus municipios de origen.

Así lo han constatado el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ayuntamiento de Sóller, que han corroborado que la población del municipio ha comenzado a disminuir como consecuencia de la desaparición de la subvención que hasta diciembre servía para pagar el peaje del túnel.

El fenómeno demográfico de pérdida de población que registra Sóller se ha acelerado entre los meses de diciembre y enero, periodo que coincide con la efectividad de la gratuidad del túnel.

De 64 a 115 en un mes

Tanto es así, que si en diciembre 64 personas tramitaron su cambio de domicilio fuera de Sóller, en el mes de enero la cifra se elevó hasta las 115, prácticamente el doble. Pero lo más llamativo es que el ritmo de bajas del padrón municipal se ha triplicado si se compara con las cifras que se manejaban hace un año.

Así, a lo largo de 2017 un total de 500 personas hicieron efectivo el cambio de domicilio fuera de Sóller, lo que supone una media de 42 bajas por mes. Pero la cifra alcanzada en el mes de enero (las últimas que se conocen) ya se elevan hasta las 115. Supone tres veces más que la media habitual. Si se analizan los meses de diciembre de 2017 y enero de 2018, el número de casos se sitúa en las 179 bajas de residentes que se han empadronado en otros municipios españoles. Dentro de este periodo se produjo la gratuidad efectiva del peaje, que se llevó a cabo el 28 de diciembre del año pasado.

Después de años de reivindicaciones, al fin el túnel de Sóller es gratuito. Fue en el año 2016 cuando se dio a conocer la intención del Pacto. En aquel momento se anunció que se abrirían las puertas a principios de 2017. Pero el tiempo siguió pasando y todo seguía igual hasta que se puso fecha: el 1 de septiembre. La única carretera de pago de Mallorca sería liberada. Pero otro revés se cruzó en el camino.

Este verano, un juez suspendió el rescate del túnel de Sóller a petición de la concesionaria. Cuatro meses después, en diciembre de 2017, la justicia levantó la suspensión cautelar porque las consecuencias para la concesionaria eran solo económicas. Dos semanas después, el sueño de decenas de mallorquines se hizo realidad.