Hace ahora cuatro años inició su recorrido el Casal Solidari de Marratxí, inaugurado oficialmente con la presencia de la reliosa catalana Teresa Forcades con motivo de su visita a Pòrtol. Desde sus inicios, el Casal ocupa las dependencias de la antigua rectoría de Pòrtol y en el año 2016 también abrió en sa Cabana.

El Casal nació en plena crisis económica, para ayudar a la gente que poco a poco perdía sus lugares de trabajo. Desde su creación recibió el apoyo de la ciudadanía de Marratxí y desde el inicio de esta legislatura se trabaja en colaboración con los servicios sociales del municipio.

A través de la Cruz Roja, el Casal Solidari está incluido en el programa de Ayudas Alimentarias del ministerio de Agricultura y Pesca, a través del cual recibe alimentos de la Unión Europea, que son retirados por la brigada municipal y almacenados en las dependencias municipales del edificio de Deixalles del polígono industrial. La misma brigada hace la reposión a los dos casales según sus necesidades.

Los alimentos que recibe de la UE son garbanzos, lentejas y judías precocinadas, así como pastas, arroz, tomates, atún, sardinas y melocotón natural. También recibe leche para niños, crema de verduras o galletas. El Casal tiene también un convenio con el Banco deAlimentos, que cada jueves entrega frutas, verduras y productos lácteos, entre otros.

Ayudas externas

Para conseguir alimentos u otros productos de su necesidad, los colegios de Marratxí realizan recogidas dentro de la campaña 'Cos Solidari'. Los productos que recogen los centros escolares son los solicitados primordialmente por el Casal. Igualmente, entidades deportivas y culturales de Marratxí también colaboran con recogidas puntuales de alimentos.

Para otras necesidades como productos de limpieza corporal o para la vivienda, el Casal organiza exposiciones de los artistas que residen en el municipio, que ceden alguna de sus obras al mismo o la totalidad de la exposición, y otros eventos culturales.

Las personas que acuden a los dos locales del Casal están derivadas por los técnicos de los Servicios Sociales municipales, que son los responsables de valorar las necesidades de las familias y los usuarios del Casal. Si acude una persona que no ha pasado el control municipal, se le entrega una primera bolsa de alimentos y al mismo tiempo una hoja de derivación a los Servicios Sociales.

Todos este trabajo de almacenamiento y preparación de las bolsas no sería posible sin los 35 voluntarios que cada jueves ayudan a preparar las entregas.