Manacor volvió respirar al ritmo de su fiesta más querida. Sant Antoni demostró sus dotes de guía espiritual una vez más, y logró encauzar de nuevo las tentaciones del Dimoni Gros y sus esbirros para salir victorioso del reto. Aunque por mucho que se esfuerce el ermitaño, el rey del Averno sigue siendo el preferido del público manacorí, que demostró desde primera hora de la mañana, que ya tenía ganas de una víspera soleada y con buena temperatura.

Hasta la salida de la comitiva los vecinos optaron por visitar los diferentes foguerons(siempre muestra y pulso de la actualidad política y social). Después, a las dos de la tarde, la plaza des Convent se empezó a llenar hasta quedar casi colapsada media hora después. Fue el momento en que la comitiva llegó desde la casa del Baciner acompañada por el grupo de músicos del Patronat... y la fiesta definitivamente se desató.

Al grito de "que boti Manacor", "que boti Manacor","Visca Sant Antoni""artanenc el qui no boti","artanenc el qui no boti" más de 6.000 sudaderas negras empezaron a saltar como si no hubiera mañana. El Dimoni Gros entró en la sala de plenos a por la silla de la alcaldesa Catalina Riera, mientras uno de sus dimonions enfervorizaba al público desde una de las ventanas.

Sobre las tres de la tarde, los distintos grupos de jóvenes se fueron dispersando hacia los bares y restaurante reservados para comer. Una pausa obligada para recuperarse de la emoción y de las primeras herbes necesarias para regar la maquinaria. Tres horas después, quien quiso (y a fe de que fueron muchos) se fue directamente a guardar su asiento en la parroquia de Els Dolorsguardar su asiento en la parroquia de Els Dolors donde a las 19,30 horas tuvieron lugar las Completes.

Este año la presencia y las medidas policiales presencia y las medidas policiales fueron sensiblemente más evidentes, en cuanto a que se observó una buena coordinación en los accesos y la colocación de vallas y piezas de hormigón en lugares estratégicos, en previsión de posibles accidentes que afortunadamente no se produjeron.

30 'fallas a la manacorina'

Del más de un centenar de foguerons que ayer quemaron a partir de las ocho de la tarde en Manacor tras el baile de los Dimonis en la Rectoria, cerca de 30 estuvieron pertinentemente decorados con figuras irónicas o representativas de la fiesta y el municipio, al más puro estilo fallero.

Entre longanizas y botifarrons, entre lomo y panxeta, entre vinos y algunas bebidas espitituosas fue pasando la noche, que se hizo madrugada para aquellos que se decidieron por seguir todos y cada uno de los bailes.